Nicotin escribió:Prez escribió:A ver, estás confundiendo «falso» con «falaz». Un razonamiento es falso cuando no se corresponde con la realidad empírica, aunque está correctamente construido. Sin embargo, un razonamiento es falaz cuando hace un uso incorrecto de las leyes lógicas, aunque las premisas de las que parte sean correctas.
¿te refieres al uso concreto de esas palabras en algún contexto terminológico-científico determinado?
Porque si no es así, el que estaría algo confundido con respecto a esos dos términos serías tú.
Como comenté en mi primera intervención, me estoy circunscribiendo al caso del silogismo categórico. Éste se rige por ocho reglas —cuatro para los términos y cuatro para las proposiciones— y tiene ocho falacias, que son las violaciones de estas ocho reglas —en el caso que trataba expuse cuál era la regla que se violaba —una de las reglas para los términos—:
Prez escribió:Juggernaut, una de las reglas del silogismo categórico es que el término medio —«el Papa» en este caso— debe estar tomado, al menos una vez, en toda su extensión. En tu argumento no se da esto, de ahí la falacia.
Posiblemente dices que estoy confundido porque en la lógica de clases —de la cual el silogismo categórico es un subconjunto muy concreto— existen más tipos de falacias: las formales —que, en cierta medida, engloban a las del silogismo categórico— y las no formales —que son esas que tienen esos nombres en latín tan resultones, sin duda las más conocidas—.
Has sido un poco lacónico, así que no estoy seguro de si te refieres a esto. Si no era a lo que te referías o si tienes alguna objeción, soy todo oídos.
En cuento a lo del nacionalismo como freno al exceso de poder, no estoy de acuerdo. Juggernaut, la gente que se oponía a la guerra obviamente no lo hacía por nacionalismo.
Lo que frena las tendencias autoritarias y agresivas de los gobernantes no es el nacionalismo sino la democracia, o si lo prefieres, la repercusión electoral. Hablas de Japón y Alemania de los años 30. Fíjate que en estos casos se trata de regímenes autoritarios y no democráticos —de hecho, Alemania tuvo que convertirse en una dictadura antes de atacar a ningún otro país—.
Que pensar en la guerra a priori a algún flipado le puede resultar atractivo, pero en cuanto se padeciesen las primeras repercusiones no cuentes con la reelección del promotor.
Y me resulta muy paradójico que hables precisamente de Alemania y Japón, cuyo motor principal para entrar en guerra fue el nacionalismo, por más que hubiese otros nacionalismos opuestos como el polaco, el austriaco, el chino y el coreano.
Para que veais que el principal atemperador no es la aparición de nuevos nacionalismos sino la repercusión electoral, suponed que en una dictadura aparece un nacionalismo que se opone al nacionalismo dominante —tampoco os tenéis que ir muy lejos para buscar ejemplos—. ¿Qué ocurre? Que el nacionalismo más fuerte oprime al más débil. Como veis, en ausencia de democracia el razonamiento falla.
Taimado, tu analogía con el olivar no la considero adecuada. Entiendo que el olivar representa al terriotorio y el propietario al gobernante. Bien, pues en una democracia el olivar no tiene un sólo propietario, ni dos ni tres, sino que todos son propietarios y se elige de entre ellos a un administrador, al cual se puede substituir si comete atropellos o refrendar si es eficaz. Y por supuesto, el administrador no puede vender el olivar por su cuenta y riesgo.
Y aun considerando esta adaptación mía algo más fiel a la realidad, tampoco lo es completamente, como podrás encontrar sin demasiado esfuerzo. Las analogías las carga el diablo.
Además, si lo pensáis bien, estáis siendo contradictorios. Por un lado, decís que la mejor manera de atemperar un nacionalismo es oponerle otro de signo contrario, mientras que por otro lado afirmáis que el auge de ERC viene motivado por el nacionalismo del PP.
Que no, que para combatir un nacionalismo la mejor idea no es crear otro nacionalismo opuesto que lo exacerbe, sino el antinacionalismo.