Thin Lizzy

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Nicotin
Manuel Fraga Iribarne
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Thin Lizzy

Mensaje por Nicotin »

¿Qué grupo podría gustarle, a un tiempo, a tu madre, tu novia, tu hermano metalero, tu amigo fan de Queen (todos tenemos uno de estos), tu vecina popera y tu tía la del pueblo? ¿qué grupo tiene a la vez canciones aptas para un akelarre heavy, para un baile de boda, para un polvo salvaje o para hacer dormir a tu bebé? ¿qué grupo puede estremecer tu corazón mientras te revienta los tímpanos con guitarras ruidosas?

¿Qué grupo tiene un repertorio de clásicos digno de los más grandes grupos, y, sin embargo, media humanidad ha olvidado su existencia? ¿Qué grupo haría que matases con tus propias manos a tu familia con tal de conservar intactos sus discos?

Esto y mucho más son Thin Lizzy: el grupo que tiene algunos de los fans más fanáticos sobre la Tierra (si hubiese un concurso de grupos con más tatuajes en su honor, casi con toda seguridad estarían en el podium), que ha recibido elogios de Bruce Springsteen o Bob Dylan al tiempo que son versioneados una y otra vez por grupos heavys, el grupo que grabó “The boys are back in town” o “Roisin Duhb”.

Aún recuerdo la primera vez que, hace bastantes años, escuché “Sarah” por la radio, sin saber quién la cantaba: uno no escucha una canción así y se queda indiferente. O la primera vez que un amigo me puso el “Live and dangerous” para dejarme con la boca abierta. O el día que descubrí incrédulo que los de “Live and Dangerous” eran los mismos que los de “Sarah”.

O cuando supe que detrás de todo ello estaba Phil Lynott.

Hoy en día sólo puedo compadecer a quien no ame a Thin Lizzy: no se puede vivir sin Thin Lizzy. Yo no concibo viajes por carretera sin las cintas de “Jailbreak” o “Black Rose”. No se puede evolucionar como individuo sin haber vivido la experiencia “Cowboy song” o sin haber intentado tocar el riff de “Dancing in the moonlight” en la guitarra de tu prima la que canta en la parroquia.

Dejemos a un lado la falacia putrefacta de que la música es algo subjetivo. Thin Lizzy NO son algo subjetivo. Si no te gusta ninguna canción de Thin Lizzy es que estás enfermo, estás jodido, tienes serios problemas en tu cabeza.

Y siguiendo con la objetividad, este post está objetivamente mal escrito, pero si hace que un Profano descubra extasiado la Gloria de Thin Lizzy, entonces este post, mi vida, y la vida de Wendigo –que fue quien lo sugirió- habrán tenido sentido.


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Philip Lynott nació en Birmingham (Inglaterra) en 1949, de madre irlandesa y padre brasileño. Sin embargo, a las tres semanas de nacer Phil, su padre les abandonó para regresar a Brasil. Su madre (Philomena Lynott) volvió a Irlanda con su hijo, y fue allí donde Phil creció.

Desde su más tierna infancia, Lynott se acostumbró a moverse en las calles y, especialmente, a defenderse con los puños de los numerosos improperios racistas que solían dirigirle los otros niños. Pese a que él, lógicamente, se consideraba plenamente irlandés, no era eso lo que pensaban muchos de quienes estaban a su alrededor, para quienes un mulato no podía ser considerado un auténtico “irishman”. Además, en la conservadora Irlanda de entonces, Lynott tenía también que salir adelante sufriendo el trauma de ser hijo de madre soltera, sin ni siquiera conocer a su padre.

Esta situación originó algunos de los rasgos más característicos de Phil Lynott: uno, su carácter pendenciero y callejero (incluso en sus épocas de más éxito seguía metiéndose en numerosas peleas), y dos, su marcado nacionalismo y un hondo interés por la historia, mitología y cultura irlandesas. Lynott siempre se consideró un patriota irlandés, y fue una de las personas que más contribuyó a difundir parte del legado cultural y artístico de su pueblo durante los años 70 y principios de los 80.

Phil Lynott en sus años mozos
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Thin Lizzy nació en 1969, cuando Lynott (bajista, y cantante) y su antiguo compañero de colegio, Brian Downey (batería), que habían estado juntos en un grupo llamado Orphanage, se unieron al guitarrista Eric Bell. Formaron un trío influido por la música de gente como Jimi Hendrix.

En la etapa de Eric Bell publicaron sus tres primeros álbumes, titulados “Thin Lizzy” (1971), “Shades of a blue Orphanage” (1972) y “Vagabonds of the western world” (1973). En estos discos estaban algunos de los futuros “standards” de Thin Lizzy, como su gran versión del clásico folk “Whiskey in the Jar”, más melancólica que la versión popular (que fue su primer éxito en Irlanda e Inglaterra, y que pese a no estar escrita por Lynott ya está pernnemente asociada a él), o el maravilloso himno macarra “The rocker”. La trilogía de discos con Eric Bell es considerada como menor dentro de la discografía de Thin Lizzy, ya que el grupo aún no tenía una personalidad definida.

En un principio, el grupo estaba casi concebido como “el grupo de Eric Bell”, ya que él, especialmente en directo, era la figura destacada de la banda. Lynott, por el contrario, era en los comienzos un tipo bastante discreto a quien lo parecía importarle estar en un segundo plano. Sin embargo, conforme pasaba el tiempo, empezaba a resultar evidente que Lynott era algo más que un simple acompañante para Bell: aún no había escrito sus mejores canciones, ni mucho menos, pero tenía algo diferente. Para empezar, aunque no era “técnicamente” un “gran” cantante, empezaba a destacar por su voz: susurrante (un poco al estilo de Hendrix) y de un timbre muy claro; la voz de Lynott era además fácilmente reconocible, porque su forma de cantar no era parecida a la de ningún otro vocalista. Además empezaba, lentamente, a mostrar dotes para escribir melodías, talento que haría eclosión en los años posteriores. También empezaba a mostrar sus habilidades como letrista: era, como se dice en el mundo anglosajón, un “storyteller”, alguien cuyas canciones son como pequeñas películas que muestran escenas de la vida diaria y de las calles.

Brian Downey, Phil Lynott y Eric Bell en la primera formación de Thin Lizzy.
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Uno de los primeros personajes en fijarse en Lynott fue el guitarrista Ritchie Blackmore, de Deep Purple. En 1972, Blackmore era ya una celebridad en el mundillo rockero, y Deep Purple uno de los grupos más grandes del momento. Sin embargo, Blackmore empezaba a considerar la idea de hacer cosas al margen de Purple, y uno de sus proyectos fue el de formar un “supergrupo” junto a Ian Paice (batería de Purple), Phil Lynott y Paul Rodgers como cantante. Blackmore, que no se caracterizaba por elegir mal a sus compañeros de grupo, quería aprovechar las voces de Rodgers y Lynott y las emergentes capacidades compositivas de este último.

El nuevo grupo, que en un principio se iba a llamar Baby Face (y cuya existencia real ha sido puesta en duda muchos años hasta que Blackmore ha ratificado que llegaron incluso a ensayar) prometía ser una bomba y pudo haber significado el fin de Thin Lizzy. Sin embargo, parece que tras un par de días de ensayos decidieron que no había química y el proyecto fue abandonado.

Lynott volvió a Lizzy y su autoconfianza siguió creciendo durante la grabación del tercer disco, en el que ya empezaba a imponer su personalidad. Finalmente, en 1974 Eric Bell decide abandonar el trío, temiendo que el estilo de vida del grupo acabase con su salud.

Para sustituirle, Lynott se hizo con los servicios de un amigo, Gary Moore, con el que había coincidido brevemente cuando tocaba en el grupo irlandés Skid Row (que nada tiene que ver con los Skid Row americanos de Sebastian Bach). Moore era un gran fichaje: su estilo como guitarrista era monstruosamente intenso, parecía siempre que su instrumento fuese a arder espontáneamente en cualquier momento. Sin embargo Gary Moore no aguantó mucho junto a Lynott y tras unos meses abandonó también, porque el ritmo de vida de Thin Lizzy era un auténtico maratón de conciertos, fiestas, borracheras y peleas. Según Moore: “lo dejé porque me di cuenta de que me estaba matando”.

De nuevo sin guitarrista, fue entonces cuando Phil Lynott decidió convertir al grupo en cuarteto, con dos guitarristas en vez de uno: Scott Gorham y Brian “Robbo” Robertson .esta sería la formación clásica con la que el grupo se haría célebre y la que daría a su música algunos de sus giros característicos, como el “twin guitar sound”.

Scott Gorham, Brian Robertson, Phil Lynott, Brian Downey,
la formación “clásica” de Thin Lizzy.

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Scott Gorham se convirtió en el tercer miembro fijo de Thin Lizzy, y en el único americano en formar parte del grupo. Desde que entró en 1974 hasta que el grupo se disolvío en el 84, Gorham formó junto a Lynott y Downey la columna vertebral de los Lizzy. Siempre estaba en un segundo plano frente a los sucesivos primeros guitarras del grupo, pero lo cierto es que él mismo era también un buen solista, con un estilo sobrio y elegante.

Scott Gorham había abandonado Los Ángeles rumbo a Europa para cambiar de vida, y más concretamente para alejarse de su adicción a la heroína. Cuando llegó a Inglaterra solía tocar esporádicamente con grupos locales, buscando una banda en la que acomodarse definitivamente. Alguien le sugirió que probase suerte con Thin Lizzy, que andaban buscando guitarristas. Aunque Gorham no había oído hablar de ellos (eran unos completos desconocidos en los USA) se presentó a una audición tras la que se unió definitivamente al grupo. Gorham era un buen guitarra y tenía además buena imagen, y con el tiempo se convertiría en la perfecta mano derecha de Lynott. Gorham dijo después que le encantó los temas que le mostraba Phil Lynott, y que, pese a que era la primera vez que tenía noticia de su existencia, supo al instante que aquél tipo tenía algo especial.

El “American Guy” Scott Gorham cuida
el más preciado de sus bienes: su melena “Pantène”.

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Brian Robertson era un escocés casi más conocido por sus psicóticos brotes violentos que por su guitarra. Durante su estancia en Thin Lizzy (y años después en su breve paso por Motörhead) dio continuas muestras de ello: a menudo saltaba del escenario para pegarse con gente del público (y no pocas veces sin motivo), costumbre que compartía con Lynott y que le dio a Thin Lizzy fama de grupo callejero y violento. Su estilo como guitarrista, algo estridente y chillón, no es mi preferido, aunque reconozco que tenía una inigualable química con Gorham y que su presencia es fundamental a lo largo de los mejores años del grupo.

Gorham y Robertson pronto adoptan el “twin guitar sound” que iba a ser típico en los discos de Lizzy: en muchas canciones, en lugar de tocar los acordes, ambas guitarras hacían una melodía a dos voces. Esta costumbre ayudó a convertir el sonido del grupo en algo particular y fácilmente reconocible.

En el cuarto disco del grupo (primero en la etapa más clásica de Thin Lizzy), llamado “Nightlife” (1974) las cosas ya empiezan a perfilarse. Las canciones de Lynott van mejorando y la entrada de Gorham y Robertson le da un nuevo aire a sus composiciones. En este disco destaca sobre todo la balada “Still in love with you”, una delicada canción en la que empieza a vislumbrarse el inminente florecimiento de Lynott como compositor. También la canción “Sna na na” pasaría a formar parte de su repertorio habitual del conciertos. Sin embargo, el grupo aún no está en su mejor momento.

Brian “Robbo” Robertson. Si estabas en un concierto de Thin Lizzy pero no recuerdas cómo terminaste en el hospital,
eso es que “Robbo” te dejó un souvenir personalizado en forma de tabique fracturado.

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En 1975 publican su quinto disco, “Fighting”, en el que su sonido aún está evolucionando (destaca la buena versión de “Rosalie”, de Bob Seger).

Ese mismo año realizan su primera gira por los Estados Unidos, patria de Scott Gorham. En esa gira ejercen de teloneros para Bachman Turner Overdrive y Bob Seger System. Es la primera gira de Thin Lizzy junto a grupos consagrados (B.T.O. y, especialmente, Bob Seger, estaban en sus días de máximo esplendor) y supone un enorme aprendizaje paraLynott y los suyos. Phil empieza a refinar sus composiciones, Gorham y Robertson siguen dándole vueltas a sus “guitarras gemelas”, y el grupo en general empieza a adoptar una actitud más sólida y espectacular sobre el escenario.

Thin Lizzy eran admiradores de Bob Seger, pero fue principalmente el contacto con los canadienses Bachman Turner Overdrive lo que supuso para ellos una especie de graduado universitario. B.T.O. era un grupo canadiense muy profesional y responsable, con fama de ser tipos muy duros y de no dejarse tocar las narices por nadie. Sus miembros, con conexiones mormonas, llevaban armas en sus equipajes y no dudaban en recurrir a la violencia si pensaban que alguien estaba pisoteando sus derechos: como Allman Brothers Band pero en mormón. Cuando la primera noche Thin Lizzy aparecieron media hora tarde pensando que aquello era como un concierto informal en los alrededores de Londres, el manager de B.T.O. les agarró por el cuello, les puso contra una pared y les amenazó con echarles de la gira si volvían a llegar tarde (esto lo ha contado Scott Gorham, quien define a Phil Lynott como el Mike Tyson de la música por su capacidad para tumbar a cualquiera.... así que si una cosa queda clara, es que ¡con B.T.O. no se juega!). A la noche siguiente, los Lizzy llegaron puntuales al concierto. Este es un ejemplo de las muchas cosas que aprendieron de B.T.O. respecto a cómo comportarse profesionalmente y cómo desenvolverse en un escenario grande.

Bachman Turner Overdrive: sé impuntual, y será lo último que hagas.
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Si la gira americana fue un periodo de aprendizaje, ¿dónde se vieron los resultados? En 1976, el grupo vuelve al estudio de grabación y publica su sexto LP, llamado “Jailbreak”.

Ese disco marca el “antes y después” en la carrera de Thin Lizzy: pese a tener una producción relativamente sencilla, es la primera obra maestra del cuarteto. Todo encaja: las composiciones de Lynott empiezan a destilar magia, impulsadas por su forma de “cantar hablando” a lo Hendrix; las guitarras de Gorham y Robertson parecen entenderse mejor que nunca, y el sonido del grupo, sustentado por la siempre sólida y discreta batería de Brian Downey, despega hacia un nuevo nivel. Thin Lizzy, finalmente, ha entrado en el grupo de los grandes.

En realidad, el tipo de música que hacen sigue siendo el mismo, pero en “Jailbreak” surge ese “algo” indescriptible que separa una canción especial de una canción simplemente buena. Prácticamente todos los temas del disco son excepcionales: “The boys are back in town”, que es quizá la canción más exitosa en la carrera del grupo, con sus mágicas ruedas de acordes y la voz de Lynott en primer plano, que, como dijo alguien por entonces, parece “hablar” directamente al oyente; la emocionante “Cowboy song”; el riff inconfundible de “Jailbreak”; canciones rockeras como la adictiva “Warrior” o la contuindente “Emerald”; los juegos de guitarras de “Angrel from the coast”; las melodías dulzonas típicamente Lynott de “Running back”, “Romeo and the lonely girl” y “Fight or fall”...

Después de publicar semejante disco, ya no es únicamente Ritchie Blackmore quien se fija en Phil Lynott. A partir de ese momento, muchos músicos vuelven los ojos hacia lo próximo que haga el irlandés. A muchos de ellos les llama especialmente la atención las habilidades de Lynott como narrador, que en el futuro le brindarán elogios por parte de algunos admiradores inesperados.

El fantástico disco en directo de Thin Lizzy.
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Tras el éxito de crítica del disco, el grupo publica “Johnny the fox”, otro muy buen LP que, aunque quizá no llega al nivel de “Jailbreak”, sigue mostrando al grupo en buena forma, con canciones como “Don’t believe a word” o “Massacre”.

Durante la gira de presentación de “Johnny the fox”, Brian Robertson se hirió la mano con una botella rota durante una de sus frecuentes peleas en un bar, dejándole tem,poralmente incapacitado para tocar. Esto enfurece al resto del grupo, quienes aseguran a “Robbo” que nunca volverá a tocar con ellos. Para poder continuar con los conciertos, vuelven a llamar a Gary Moore como sustituto hasta que terminase la gira. Hasta el día de hoy, Robertson ha insistido en que la herida no se produjo en una pelea sino por accidente.... algo más bien dudoso teniendo en cuenta que, durante los años 80, Robertson seguía con su costumbre de saltar del escenario completamente fuera de sí para pelearse con cualquiera que le dijese algo, le tirase algún objeto, o sencillamente tuviese la mala suerte de toparse con él en mitad de uno de sus brotes esquizoides.

En 1977 publican “Bad reputation”, grabado principalmente por Lynott, Gorham y Downey. Brian Robertson, pese a lo que le habían dicho, vuelve a participar en la grabación de varias canciones. Sin embargo, no quedará sin castigo: sus compañeros le excluyen de la portada del álbum, en la que, “oficialmente”, Thin Lizzy vuelve a figurar como trío. En los créditos del disco, Robertson aparece como "invitado".

“Bad reputation” es otro buen álbum, en el que trabajan por primera vez con el famoso productor Tony Visconti, y se suma a la buena racha de “Jailbreak” y “Johnny the fox”, siendo además el más exitoso de los discos de Thin Lizzy hasta la fecha. En la canción que da título al álbum, dejan de ser, por primera vez, las guitarras o la voz de Lynott las que llevan el protagonismo, y es la batería de Brian Downey quien carga con el peso de la canción (algo que viene a ser un merecido reconocimiento a la normalmente discreta labor de Downey, quien siempre permanecía a la sombra). Otra canción que se convierte instantáneamente en un clásico es “Dancing in the Moonlight”, con su irresistible riff de bajo y su cristalina melodía. Por lo demás, el grupo sigue basculando entre las melodías suaves (“Downtown sundown”, “Dear Lord”) y las guitarras duras, prácticamente ya un preludio de la “New wave of British Heavy Metal” ( “Killer without a cause”).

“Johnny the fox” y “Bad reputation” son dos buenos discos, pero que no llegan a mostrar el empuje que el grupo tiene sobre los escenarios, sentando su reputación como grupo de directo en sus giras de 1977, primero en Europa (donde Brian Robertson sube a tocar con el grupo de vez en cuando) y después en USA (donde vuelve definitivamente a la formación). Producto de esas giras será el magnífico disco en directo “Live and dangerous”: una fantástica grabación de la que se editará también una versión reducida en vídeo, titulada igual, y que es también una maravilla (aunque en la versión en vídeo se quedaron fuera muchas canciones esenciales).

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Precisamente esa gira americana es compartida con Queen (de hecho, la gira es bautizada como “Queen Lizzy”). La personalidad de Freddie Mercury, quien ya por entonces se comportaba como un divo caprichoso, dejará su huella en Lynott, quien aprende del cantante de Queen que, si quieres ser una estrella, tienes que comportarte como una estrella.

Dado el éxito de la banda, la compañía de discos decide cederles una limousine para acentuar su imagen de estrellas y borrar su imagen proletaria (algo en definitiva imposible, ya que eran tipos crecidos en las calles). Sin embargo, la limousine que les dieron tenía un pequeño problema: el maletero no cerraba bien, porque la rueda de repuesto no encajaba. Pronto no tuvieron más remedio que llevar el maletero medio abierto y sujeto con una cuerda... algo que esfumaba por completo sus ínfulas aristocráticas y que, a su pesar, era un cachondo recordatorio de su verdadera naturaleza “working class”. Thin Lizzy... esa clase de cosas nunca le pasaban a Freddie Mercury.

Además, las drogas (en un principio coca, alcohol y toda clase de pastillas en cantidades industriales) entran de lleno en la vida de Lynott, provocando que su carácter se torne inestable y violento. Al igual que Robertson, Lynott comienza a provocar peleas gratuitamente. En ocasiones parecía que no podía terminar con tranquilidad una jornada si no se llevaba la cara de alguien por delante. También los miembros del “road crew”, incluido el chofer de la limousine, provocaban follones por donde pisaban.

También fue por entonces cuando Lynott empezaba a usar su curioso método de captación de groupies: la placa de protección de su bajo, en lugar de ser de plástico o similar, era un espejo. Mientras estaba sobre el escenario, Lynott movía su bajo para, con ayuda de ese espejo, reflejar la luz de los focos y dirigirla hacia aquellas chicas que le gustaban. Después, los roadies se encargaban de distribuir entre las mismas pases para poder acceder a los camerinos. Phil Lynott... un tipo con clase.


Durante 1978, Phil Lynott no cesa de colaborar con un montón de músicos, participando en varios proyectos. Es el año de la irrupción del punk, pero eso no perturba a Lynott: los punks respetan a Thin Lizzy por su carácter proletario y camorrero. De hecho, Lynott entabla amistad con varios de ellos, especialmente con los miembros de los Sex Pistols, que eran por entonces el grupo que ocupaba todas las portadas y que estaba escandalizando a Gran Bretaña.

Lynott forma junto a Steve Jones y Paul Cook (ambos de Sex Pistols) el grupo The Greedy Bastards, concebido simplemente como una forma de divertirse y hacer un poco el cafre, y por el que también pasaron Gary Moore o Brian Downey. Lynott también entablará amistad con el descerebrado Sid Vicious, a quien le unía una poco saludable costumbre que ambos habían adquirido recientemente: inyectarse heroína. Las drogas y el alcohol habían entrado de lleno en Thin Lizzy, y, a la larga, Lynott sería quien pagaría un precio más alto. Para Lynott la vida era como un carrusel de drogas y fiestas continuas: su mansión permanecía abierta para lo más tirado de Londres: punks, junkies, y vividores de todo tipo entraban y salían continuamente de su casa. Con semejante panorama, era difícil que Phil Lynott pudiese ni siquiera tomarse un día para descansar de sus desfases, ya que no sabía decir que no a una buena fiesta. Algunas personas cercanas a Phil miraban con recelo a la trôupe de indeseables que, día tras día, arrastraban a un cada vez más agotado Lynott al abismo. Sin embargo, había poco que hacer, ya que el cantante nunca sabía decir que no.

Durante la primera de las giras de ese año, el grupo se cansa definitivamente del carácter intratable y violento de Brian Robertson, y le expulsan, en esta ocasión definitivamente. Por tercera vez, llaman a Gary Moore como sustituto.

Thin Lizzy en su etapa con Gary Moore
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Sobre la ruptura con Robertson, algunos comentarios bastante esclarecedores del por qué de la ruptura:

-Brian Downey: “Robbo siempre parecía venir de la guerra: huesos rotos, cortes, moratones, tendones cortados y Dios sabe cuántas cosas más más. Nunca sabías si iba a llegar al siguiente concierto de una pieza”.

-Scott Gorham: “Robbo estaba como una puta cabra. Era un gran guitarrista y un tipo muy divertido con el que estar, pero Phil siempre estaba cabreado con él por una u otra razón, y al final hasta yo tuve que reconocer que era un incordio”.

-Brian Robertson: “Yo estaba realmente fuera de control, era un completo gilipollas. Bebía un montón de whisky y esnifaba un montón de speed, así que estaba disparado todo el tiempo, como un cartucho de dinamita a punto de explotar. De acuerdo, normalmente, por mi temperamento, tengo la mecha muy corta, pero cuando a eso le sumas el whisky y el speed me vuelvo incontrolable

La giras de 1978 resultan especialmente duras. Brian Downey deja la gira de otoño durante unos meses, totalmente agotado, y es temporalmente sustituido por el batería que solía acompañar a Gary Moore en solitario. El que Downey se tomase una tregua en el momento álgido de la carrera del grupo es un buen síntoma del tren de vida al que se veían sometidos. También Scott Gorham, que años antes había dejado los Estados Unidos para llevar un estilo de vida más pausado, se había metido directamente en el ojo del huracán.

Tras la expulsión de Robertson, Gary Moore , que ya había estado ya en dos ocasiones en el grupo, entra por primera vez a grabar un álbum como miembro de Thin Lizzy. El resultado es espectacular: “Black Rose: A rock legend” (1979), tambén conocido por su título gaélico (“Roisin Duhb”) es la nueva obra maestra del grupo. Moore no sólo es mejor guitarrista que Robertson, sino que se amolda perfectamente al sonido del grupo (no en vano era su tercera etapa con Thin Lizzy), y también es infinitamente mejor haciéndole coros a Lynott. Además, Moore era una gran baza en directo, gracias a su espectacular forma de tocar y su no menos espectacular forma de moverse (qué tiempos, ¿eh, Gary?).

Gary Moore & Scott Gorham
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“Black Rose” está al nivel de “Jailbreak” si no por encima. La producción de Tony Visconti supera a todos los trabajos anteriores del grupo. Las guitarras suenan más duras (especialmente por cortesía de Gary Moore), pero se adaptan como un guante a las melodías de Lynott. La química de la pareja de guitarras Gorham-Moore no desmerece en nada a la pareja Gorham-Robertson, y además se produce otra química nueva, entre la voz de Lynott y las segundas voces de Moore.

Como ocurría en “Jailbreak”, todas y cada de las canciones de “Black Rose: a rock legend” son un portento de inspiración, con el añadido de que el sonido es más compacto y la grabación está más cuidada. Desde el guitarrero inicio con la alegre “Do anything you want to” y su contagiosa melodía a dos guitarras 100% Lizzy, o la contundente “Toughest Street in Town” con una melodía típica de Lynott y un demoledor e histérico solo de Moore, hasta la que tal vez sea la balada más hermosa de la carrera de Lynott, la sencilla y nada pretenciosa “Sarah”, que dedicó a su hija recién nacida (aunque en estos tiempos de e-mule, mucha gente la confunda con otra canción anterior de Lizzy también llamada “Sarah”) y que suena como una especie de canción de cuna.

Lynott sigue con su faceta de “storyteller”, como en la retorcida “S & M”, en la que habla de una relación sadomasoquista, o “Waiting for an alibi”, en la que narra las desventuras de un jugador. En la oscura “Got to give it up”, escrita a medias con Gorham, habla abiertamente de la adicción a la heroína de ambos.

Sus escarceos con el punk también se hacen notar en la cachonda “Get out of here”, en la que por enésima vez Lynott muestar su capacidad para “hablar cantando”y escenificar, casi como en el diálogo de la película, cómo manda a la mierda a una chica.

Pero si hay una canción que merece un comentario aparte, aunque sólo sea por su carácter monumental, es la propia “Roisin Duhb /Black Rose” que da título al álbum. Lynott aprovecha la presencia de su colega irlandés, Moore, para rendir un homenaje a su patria, con una canción que habla de leyendas irlandesas sobre una base “folk” pasada por un tamiz de voltios. Lo que sale de ahí es sencillamente monstruoso: Moore enseñó a Gorham varias melodías irlandesas, y ambos protagonizan un intermedio instrumental en el que el “twin guitar sound” de Thin Lizzy alcanza la cumbre. Sin necesidad de virtuosismos, Moore y Gorham crean un absorbente e increíblemente hermoso entrelazado de guitarras, que tal vez constituye el mejor homenaje de un grupo de rock a la música tradicional irlandesa. Quien nunca haya oído esa canción, que pruebe a escuchar completo el intermedio de guitarras en unos buenos altavoces sin que se le caigan las pelotas al suelo.

Ese mismo año, Gary Moore publica su primer disco en solitario “Back on the streets”, en el que Phil Lynott tiene una participación muy relevante, ya que participa en la grabación y tres de los ocho temas están escritos por él. Uno de ellos es la canción de Thin Lizzy “Don’t believe a word”, pero hay otros dos que Lynott cede especialmente para Moore: “Fanatical fascists”, y, especialmente, la balada “Parisienne Walkaways”, que está cantada por el propio Lynott, y que se convierte en el primer éxito de Gary Moore en solitario. El disco es bastante recomendable, y tiene otros temas destacables, sobre todo el himno callejero “Back on the streets”, una canción guitarrera perfecta para levantarle los ánimos a un muerto.


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Tras enriquecer la Creación con canciones como “Sarah” o “Black Rose”, en 1979 Thin Lizzy empiezan una gira por los Estados Unidos, como teloneros de Journey. La nueva formación, con Gary Moore, parece ser la definitiva: el grupo suena mejor que nunca, la química es perfecta, y Moore es un guitarrista demoledor que se entiende a la perfección con Gorham. Además, excepto Gorham, vuelve a haber tres irlandeses sobre el escenario, que además son amigos de toda la vida (Moore en realidad provenía de Belfast, que técnicamente pertenece al Reino Unido, aunque como todos sabemos es una zona de ocupación en la que la población católica se considera irlandesa a todos los efectos).

Sin embargo, las cosas pronto se tuercen y Gary Moore abandona (o es expulsaod, según la versión) el grupo: según la “versión oficial”, un día Gary Moore pierde el vuelo que ha de llevarle al concierto, y Thin Lizzy se ven forzados a tocar como trío esa noche. Un portavoz anuncia que sus compañeros han decidido expulsar a Gary Moore por su falta de formalidad.

Sin embargo, la versión de Gary Moore no puede ser más diferente:

-Gary Moore: “Pronto se me hizo evidente que las cosas empeoraban. A Phil, básicamente, sólo le preocupaba divertirse, y parecía como si no le importasen una mierda los conciertos. Llegó al punto de que la fiesta de después del concierto era más importante que elconcierto propiamente dicho. Cada vez era más difícil trabajar con Phil. Para empezar, nunca podías encontrarle en su habitación de hotel. Llegábamos tarde a todas partes. Scott solía decir que éramos el ‘grupo profesional menos profesional del negocio’, y tenía toda la razón.” – “No podía quedarme allí viendo a Phil reventar noche tras noche. Nadie podía controlarle. Una vez le dije a alguien que me despidieron por salir al escenario con la guitarra afinada. Lo decía en broma, pero la cosa iba más o menos por ahí.”

Sea como fuere, volvieron a quedarse con uno sólo guitarra, y de un modo apresurado llaman al guitarrista y teclista Midge Ure para terminar la gira.

Tras la gira, Lynott, que está en el momento álgido de su éxito, se casa con la madre de su hija Sarah, hija a su vez del showman Leslie Crowther, quien da un cachondo discurso durante la celebración, diciendo cosas como: “cuando Phill me pidió la mano de mi hija, le dije, ¿por qué no darte la mano? ya tienes todo el resto.”

En 1980, el puesto de guitarrista es ocupado por Snowy White. White era el típico mercenario que presta sus servicios a cualquier tipo de banda: Lynott le había visto tocando con Pink Floyd y al parecer le había gustado su estilo. Un día le encontraron por casualidad en un estudio, y White se unió al grupo. El paso de Snowy White por Thin Lizzy es el más polémico y menos valorado por los fans. Gary Moore era un guitarrista fogoso, 100% feeling, mientras que Snowy White era un guitarrista mecánico y frío, y tres cuartos de lo mismo ocurría con su actitud sobre el escenario (por entonces se solía comentar maliciosamente que el valium, contrariamente a lo que le ocurre a la gente normal, era un estimulante para White). Después de ver a Moore volverse loco con sus tormentosos solos, resultaba bastante desangelado ver a White tocando ordenadamente nota tras nota, sin sentimiento ni emoción algunas.

Ya entonces la presencia de White molestó a muchos fans, y hoy en día algunos incluso le ven como una especie de “laguna” en el historial de Thin Lizzy.

Snowy White & Scott Gorham
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Phil Lynott publica ese año su primer disco en solitario, “Solo in Soho”, que contiene algunas canciones aceptables, pero que era demasiado “popero” para muchos seguidores de Thin Lizzy. En el disco participan los miembros de Thin Lizzy y varios invitados como Mark Knopfler o Huey Lewis (amigo personal de Phil). A modo de curiosidad: una de sus canciones (“Yellow Pearl”) se convirtió en sintonía del famosísimo programa musical británico “Top of the pops”, lo que no gustó demasiado a algunos fans dado el carácter excesivamente comercial del programa.

Por aquella época –y pese a lo visto en su disco en solitario-, Lynott empieza a interesarse por endurecer el sonido de Thin Lizzy. En 1980 el heavy metal está en pleno apogeo, y la amistad de Lynott con músicos de ese estilo (como Lemmy, de Motörhead, con quien tocó an alguna ocasión) es una muestra de ese interés: según cuenta Jackson Spires (de Blackfoot), en una ocasión Lynott y él hicieron una jam session con el guitarrista alemán Michael Schenker (hermano de Rudolf Schencker de Scorpions, y ocasional miembro del grupo, aunque su trabajo más conocido lo hizo con UFO y su propio Miachel Schenker Group) y el espectacular batería Cozy Powell (un tipo ahora legendario, por cuyos servicios se ha peleado medio planeta: Jeff Beck Group, Rainbow, Michael Schenker Group, Whitesnake, Roger Daltrey, Tony Iommi, Gary Moore, Brian May, Yngwie Malsteem, Hot Chocolate... y la lista sigue y sigue). Dice Spires que el sonido de aquella jam era mucho más duro que el heavy de la época (lo define como “aplastante”) y que todos ellos, incluido Lynott, terminaron encantados con el invento. Desafortunadamente, aquella jam session no desembocó en ningún proyecto concreto (Lynott, Schenker y Powell en un mismo grupo... eso podría haber sido muy grande) y tampoco sirvió para que Schenker, que tenía su propia carrera (y más exitosa que la de Lynott), hubiese ocupado el puesto de Snowy White en Thin Lizzy.

Ese mismo 1980, los Thin Lizzy hicieron una gira con White para presentar el que sería su siguiente disco, “Chinatown” (1981). La gira fue mucho menos espectacular que las anteriores. Snowy White no podía ni en broma hacer olvidar a Gary Moore o Brian Robertson, y no tenía la química de éstos con el siempre eficaz Scott Gorham. Además, la adicción a la heroína de Lynott empezaba lentamente a mermar su condición física y mental, todavía no de manera dramática, pero sí lo suficiente como para restarle poder escénico de forma visible.

No obstante, “Chinatown” no es un mal disco. Ya no existe la vieja magia del “twin guitar sound” y el grupo parece haber perdido gran parte de su fuerza, pero desde luego hay canciones muy efectivas como la propia “Chinatown”, la contundente “Sugar blues” y, sobre todola oscura “Killer on the loose”, que, sin embargo, es una canción más agresiva y “heavy”, carente de las melodías “marca de la casa” de Lynott. La pega del disco, como ya he dicho, es la ausencia de química entre los dos guitarristas, y la impresión general de que el grupo ha perdido pasión a la hora de tocar.

Ese mismo 1981 la compañía publica una recopilación de éxitos del grupo que será en un éxito en las listas británicas. Sin embargo, su siguiente disco en estudio, “Renegade”, se convierte en un fracaso. Las críticas al disco son malas, y mucha gente lo considera el peor disco de Thin Lizzy hasta la fecha. El grupo experimenta con varios sonidos (incluyendo un teclista en la formación), pero decepciona a casi todo el mundo al alejarse del espíritu clásico de la banda y dejar a un lado los rasgos que hacían de Thin Lizzy algo especial. Aunque, eso sí, aún se salva algo de la quema y del disco surge otra gran canción para su repertorio: “Hollywood”.

Pese a que el disco es mal recibido, la gira de presentación tiene algo más de éxito que la de “Chinatown”, probablemente debido al renombre que Thin Lizzy ha cosechado durante años como grupo de directo. Pero eso no ayuda a mejorar la situación de Phil Lynott: su adicción a las drogas consume cada vez un porcentaje mayor de sus energías, y su estado hace que un concierto de Thin Lizzy empiece a resultar impredecible. Tan pronto podían ofrecer un gran concierto, como podía ocurrir que Lynott aparezca en escena fuera de forma y con problemas para tener su voz a punto a lo largo del show. La actitud de Lynott se vuelve tan imprevisible, que al finalizar la gira Snowy White decide abandonar el grupo. Una vez más, Phil Lynott y sus dos fieles esbirros, Brian Downey y Scott Gorham, se ven obligados a buscar un guitarrista para completar la formación (como es lógico, a esas alturas, el “twin guitar sound” era una parte indispensable de Thin Lizzy, y resultaba impensable verles tocar con un único guitarrista).

The Irish Clan: Moore, Lynott & Downey.
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También el que fuera manager de la banda desde 1973, Chris O’Donnell, abandonó el barco, cansado de contemplar el proceso de autodestrucción de Phil y del grupo. Las declaraciones que hizo sobre ello muestran su estado de frustración y son cualquier cosa menos diplomáticas... según O’Donnell: “ ‘Chinatown’ era una basura, y después Lynott trajo un teclista para grabar ‘Renegade’, y eso ya era demasiado para mí. Un grupo antaño muy brillante se estaba convirtiendo en un montón de mierda ante mis propios ojos”.

En 1982, Lynott publica su segundo disco en solitario, “The Philip Lynott Album”, en el que vuelve a contar con varios invitados (incluidos, cómo no Gorham y Downey), y que es bastante peor que el primero y tiene muchas menos ventas, dando muestras de que el estado personal de Lynott parece estar afectando seriamente a la calidad de su música. Lynott lo presenta en una gira en solitario, en la que, como siempre, le acompaña Brian Downey, con quien Lynott lleva tocando ininterrumpidamente desde su época escolar (en esta gira en solitario no participará Scott Gorham, pese a que también él era por entonces inseparable).

Ese mismo año, Phil Lynott, entre otros proyectos, participa junto a Brian Downey en la grabación de un single de John Sloman (ex-miembro de Huriah Heep y de Badlands), en el que también toca el guitarrista John Sykes (Tygers of Pant Tang, que también había tocado en Badlands). El encuentro con Sykes marcará un nuevo giro en la historia de Thin Lizzy, que será el último, y también uno de los más brillantes.

Lynott & Sykes. ¿Sintió Scott Gorham que la melena de Sykes
le hacía la competencia? Seguiremos investigando.

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Por aquel entonces la situación en el seno de Thin Lizzy era bastante delicada: el fracaso de “Renegade” (y del disco en solitario de Lynott), se sumaron al derroche irracional del tren de vida y de la organización que rodeaba a la banda (todos sus empleados cobraban unos altos salarios, siempre por anticipado, y los gastos eran incontroladamente absurdos, hasta el punto de tener unos gastos fijos diez o quince veces más grandes que los de un grupo similar) y habían conducido a Thin Lizzy al borde de la bancarrota.

Sin embargo, fue precisamente esa mala situación económica lo que hizo seguir adelante a Thin Lizzy para un nuevo disco y una nueva gira, pese a que Lynott prefería volcarse en su carrera en solitario, y tampoco sus compañeros parecían tener ya ningún entusiasmo por el grupo. Abandonar Thin Lizzy en aquel momento supondría hacer frente a unas deudas inaceptables, así que, lo quisieran o no, tendrían que publicar un disco más para intentar cumplir con esas deudas y equilibrar la balanza económica.

Fue el manager Chris Morrison quien tuvo la idea -ya que todos en el grupo estaban de acuerdo en separarse- de anunciar la nueva gira como una emotiva “gira de despedida”, para lograr así atraer al público, que acudiría a los conciertos siendo consciente de que aquella era la última ocasión de ver sobre el escenario a Thin Lizzy. La gira de despedida, que empezó en 1982 y se extendió hasta el año siguiente, fue bautizada como “Thunder & Lighting Farewell Tour”.

Sin embargo, las cosas estaban empezando a cambiar de rumbo otra vez. John Sykes ocupó el puesto de Snowy White, y la energía volvió de repente a Thin Lizzy. Sykes era un guitarrista mucho más fogoso y con mucho más feeling y presencia escénica que White, y la gira empezó a devolver al grupo la magia perdida.

El grupo publicó su último disco, “Thunder & Lightning” (1983), que se convirtió en un éxito, y que, al contrario que los dos anteriores álbumes, recibió críticas entusiastas. Thin Lizzy habían endurecido mucho su sonido con la entrada de Sykes, y “Thunder & Lightning” era prácticamente un disco de heavy metal (por entonces en pleno apogeo). Pero lo importante estaba ahí: las canciones eran magníficas, el disco era demoledor y rebosaba entusiasmo en todos y cada uno de sus surcos. Temas como el propio “Thunder & Lightning” eran pura dinamita y contribuyeron a que el disco se convirtiese en la nueva obra maestra del grupo, con un sonido más heavy y menos melódico que quizá podría espantar a un sector de los viejos fans, pero con la misma magia e inspiración de antaño, capaz de atraer a mucho más público del que pudiesen perder. Todos los comentarios eran unánimes: era el mejor disco de Thin Lizzy en años y había devuelto al grupo a la primera línea de la música rock.

Así que el disco y la gira, planeados en un principio para hacer frente a la inminente bancarrota, se convirtieron en un éxito. Tras un año de gira, el grupo realizó un concierto de despedida a lo grande en el Hammersmith Odeon de Londres. En dicho concierto participaron como invitados los guitarristas que habían formado parte de Thin Lizzy. Primero tocó la formación actual con Sykes. Cuando al concierto estaba en su punto álgido, apareció Brian Robertson para, ante el delirio del público, volver a formar pareja con Scott Gorham en “Emerald”, “Rosalie”y “Baby drives me crazy”. Después era Gary Moore quien saltaba al escenario para tocar “Still in love with you” y “Black Rose”. Y, para redondear la fiesta, fue Eric Bell quien hizo acto de presencia para tocar “Whiskey in the jar”. Finalmente, todos los guitarristas juntos tocaron “The rocker”. Oficialmente, ese concierto marcaba el final de Thin Lizzy, aunque el grupo aún ofreció algunas actuaciones más para completar la gira, y su último concierto de verdad tuvo lugar en Nuremberg, Alemania.

”Thunder & Lightning”, el glorioso canto de cisne “heavy” de Thin Lizzy.
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El éxito de la gira y el disco, y, sobre todo, el resurgimiento de la química junto a John Sykes, devolvieron la ilusión a Lynott, Gorham y Downey. Paradójicamente, fue su magnífica despedida, en la que el grupo había resucitado como el Ave Fénix, la que les despertó deseos de continuar con Thin Lizzy. Y, aún más paradójicamente, en el momento en que con mayor entusiasmo querían mantener con vida a Thin Lizzy, fue cuando se vieron imposibilitados para hacerlo. El anuncio de su despedida había sido sincero y había ayudado al éxito de la gira, junto a la buena compenetración con John Sykes y la calidad de su nuevo disco. Ahora, sin embargo, habían cambiado de idea y deseaban continuar, pero no podían anunciar su inmediato regreso sin hacer el ridículo por contradecirse –o eso pensaron entonces- y, con todo el dolor, se vieron forzados a aceptar un “The End” anunciado por ellos mismos pese a que ya no les parecía tan buena idea.

Así se cerró la historia de Thin Lizzy, con una estrambótica situación en la que el grupo primero continuó cuando en realidad quería abandonar, y en la que después abandonó cuando en realidad quería continuar.

La última gira y el “Thunder & Lightning” habían sido el mejor broche posible: no sólo habían dicho adiós con la cabeza muy alta, sino que habían salido como héroes por la puerta grande, dejando un glorioso último recuerdo repleto de fuerza y entusiasmo.

Pero fue precisamente tener que dejarlo en mitad de ese entusiasmo lo que produjo, especialmente en Phil Lynott, una honda sensación de frustración, lo que no ayudó precisamente a detener su declive personal. Quién sabe si, de haber seguido el grupo, Lynott podría haber reconducido un tanto su vida. Pero el grupo no siguió, y sí la espiral autodestructiva de Lynott.

Otro acontecimiento cuya influencia en el ánimo de Lynott no quedó demasiado clara fue la reaparición de un personaje hasta entonces totalmente ausente en su vida, su padre. Se presentó por sorpresa en un concierto, afirmando ser el padre de Lynott. Todo el mundo pensó que había venido para ver si sacaba tajada del dinero que tuviese su ahora famoso hijo. Cuando le dijeron que alguien que afirmaba ser su padre estaba allí, el rostro de Lynott se tornó grave y circunspecto, aunque aceptó hablar con él. Estuvieron conversando, apartados del resto, durante cierto tiempo, tras lo cual el padre de Lynott se marchó y, pese a los augurios de quienes contemplaron la escena, nunca más tuvieron noticia de él. Tras este encuentro, Lynott no dijo una palabra sobre el asunto y permaneció durante una temporada más callado y encerrado en sí mismo de lo normal. El efecto que la entrevista pudo tener en él entra en el terreno de la conjetura, ya que nunca habló de ello con nadie.

Tras la despedida de Thin Lizzy, Lynott, Downey y Sykes, junto con un par de músicos más, hicieron una pequeña gira bajo el nombre de “The three musketeers”. Mientras, Lynott se empeñó en hacer él mismo las mezclas del disco que recogía la gira de despedida de Thin Lizzy. Pese a que no estaba técnicamente preparado para ocuparse de ello ya que carecía de suficiente experiencia al respecto, Thin Lizzy había sido el grupo de su vida y Lynott no dejó que un ingeniero profesional se ocupase del disco. A consecuencia de ello, el disco tardó demasiado en publicarse y cuando salió al mercado ya se había enfriado el fervor de la gira, y, además, la producción de Lynott no convenció a nadie.

En 1984, Phil Lynott formó un nuevo grupo llamado Grand Slam. Su intención inicial era seguir tocando junto a Sykes y Downey, pero Sykes se había unido a Whitesnake y Brian Downey no quiso continuar con las giras y el duro día a día que implicaban las mismas. Finalmente, formó el grupo con otros músicos más desconocidos y comenzó a dar algunos conciertos. Pese a que las nuevas canciones que estaba escribiendo eran buenas, Lynott no consiguió que las compañías de discos mostrasen interés. Su contumaz adicción a las drogas y el hecho conocido de su tendencia al derroche no eran una buena tarjeta de presentación, y, evidentemente, el nombre “Grand Slam” no garantizaba el mismo gancho publicitario que el ya consolidad “Thin Lizzy”. Y aunque las nuevas canciones dejaban buen sabor de boca, el declive personal de Lynott resultaba ya imposible de esconder. Su estado físico iba de mal en peor, a tono con su estado anímico, que distaba también de ser el más idóneo. Él seguía trabajando y pensando en nuevos proyectos, pero resultaba evidente para quienes le rodeaban que la evolución de Lynott era preocupante y no invitaba al optimismo en absoluto. Grand Slam no llegaron a grabar un disco, entre otras razonas, por lo que después contó Mark Stanway, miembro del grupo: “hacia el final, el estado anímico de Phil era increíble, casi patológico. Ensayar con él era algo terrible, porque le daba por tocar exactamente lo mismo durante dos horas. Se le olvidaban las letras. Engordó, y pareció perder toda la preocupación que antes había tenido por su aspecto.”


Pese al estado de Phil, Grand Slam fueron capaces de dar buenos conciertos, como el último, que tuvo lugar el día de Navidad de 1984. El grupo se había quedado sin dinero para funcionar, y la falta de un contrato discográfico hizo imposible que continuaran adelante. Una vez más, un proyecto prometedor se quedaba en la cuneta, para decepción de un cada vez más desencantado Phil Lynott.

El vídeo”Grand Slam live”:
un fetiche para los fans de Lynott.

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Durante 1985 Lynott colaboró con muy diversos músicos, como era costumbre en él, pese a su notoria decadencia personal . Entre octras cosas, vuelve a colaborar con Gary Moore, poniendo su voz en varias canciones del nuevo disco en solitario de Moore, titulado “Out in the fields”. En noviembre, Lynott entró en el estudio con músicos de The News, el grupo de otro de sus amigos, Huey Lewis, para grabar el que tenía que ser su último disco en solitario.

El disco nunca sería completado. El día de Navidad de 1985, Phil Lynott fue hallado incosciente en su casa de Londres. Se le ingresó urgentemente en el hospital, pero el 4 de enero de 1986 murió como consecuencia de las complicaciones en varios órganos internos producidas por una grave intoxicación sanguínea. En otras palabras, su cuerpo, tras años de abusos, había dicho “basta”. Como se dijo entonces, “Phil no ha muerto de un fallo cardíaco. Ha muerto de un estilo de vida.” Fue enterrado en Irlanda, más concretamente en una iglesia católica, y en su lápida hay una inscripción en gaélico (algo que, probablemente, hubiese estado entre sus deseos) que reza “Dios le de paz a su alma”. En su entierro, en el que se tocó música irlandesa, estuvieron presentes, además de sus compañeros en Thin Lizzy (con un Brian Downey especialmente afectado), amigos personales como Huey Lewis y figuras como Rory Gallagher, Bob Geldof, U2, Dire Straits, etc.

En 1994, Gorham, Downey y Sykes se reunieron como Thin Lizzy e hicieron una gira llamada “Tributo a Phil Lynott”, algo que repitieron varias veces en años sucesivos. Actualmente, Sykes y Gorham se han vuelto a reunir, esta vez bajo el nombre de “Phil Lizzy”, aunque esta vez ya no está Downey con ellos.

En el año 2000, Scott Gorham y Brian Downey utilizaron una grabación inédita de la voz de Lynott, uniéndole sus instrumentos en el estudio a la canción “Dedication”, cuya publicación supuso un éxito póstumo para Lynott.

Actualmente, es Philomena Lynott, la madre de Phil, la encargada de gestionar su legado, labor por la cual se la ha nombrado recientemente “Mujer del año en Irlanda”. Ella ha impulsado el proyecto de erigirle a su hijo una estatua en Dublin, idea que han apoyado numerosos músicos, pese a que la iniciativa se ha visto inmersa en una absurda polémica cuando un grupo de subnormales neo nazis protestaron porque, según ellos, Lynott no puede representar a Irlanda por ser negro (¿¿!!). Más allá de estas estupideces, lo cierto es que el proyecto tiene todo los visos de llevarse a cabo, ya que, a fin de cuentas, Lynott es una de las figuras clave de la cultura irlandesa contemporánea.

Aunque hoy en día Thin Lizzy es un grupo más bien escasamente recordado en relación a su magnitud, lo cierto es que su influencia en el mundo del rock está presente en todas partes. La lista de grupos que han hecho versiones de alguna de sus canciones es muy extensa, por poner sólo algunos ejemplos de canciones de Thin Lizzy tocadas por otros grupos:

“The boys are back in town” (Bon Jovi, The Cardigans, Everclear, The Happy Mondays), “Cowboy song” (Antrhax), “Dancing in the moonlight” (Smashing Pumpkins), “Jailbreak” (Bon Jovi, Corrosion of Conformity, Fu Manchu), “Massacre” (Iron Maiden), “Old Town” (The Corrs), “Whiskey in the jar” (Metallica), “Are you ready” (Rollins Band, Supersuckers), “Cold Sweat” (Helloween), “Don’t believe a word” (The Cure, Gun), “Thunder & Lightning” (Gluecifer); etc

En este sentido se destaca el grupo The Pretty Maids, que a lo largo de su existencia ha grabado cuatro versiones distintas de Thin Lizzy: “Little Darling”, “A Merry Jingle”, “Please don’t leave me”, “Little darling”.

Además, muchos músicos famosos han mostrado de uno u otro modo su admiración por el grupo, o por Lynott en concreto: Axl Rose, por ejemplo, lleva tatuada en uno de sus brazos la rosa de la portada de “Black Rose” junto a su nombre (que en realidad es su pseudónimo). Bruce Springsteen puso a Phil Lynott como ejemplo de letrista cuando le preguntaban a él mismo por su propia habilidad como “Storyteller”. Pero quizá el elogio más sonado, por venir de quien viene, es el que le dedicó Bob Dylan en una conversación con Huey Lewis: según ha contado repetidamente Huey Lewis después, Dylan calificó a Lynott como “un genio”.

Y lo ha dicho Bob Dylan, no yo.

Una calenturienta fan de Thin Lizzy despide el post.
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Próximamente, sesión de ruegos y preguntas.

Phil Lynott brinda por ustedes con...¿enjuague dental?
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Última edición por Nicotin el 06 Abr 2005 19:24, editado 2 veces en total.
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curreta
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Mensaje por curreta »

No he leido el post, pero si he visto las fotos ¿ese tipo tiene el sindrome Michael Jackson? ¿es negro y se ha vuelto balnco o es que de chico era mu moreno?

Por cuierto, que gente mas estrafalaria te gusta, si los viera por mi coto provado de caza les pegaría un tiro y ningun juez andaluz me condenaría.
A la vuelta pasé por al lado de la tuya casa, saqué la cabesa desde mi hauto y grité: CHURETICAS!

una bandada de gabiotar alzó el vuelo, el sol iba sumerjiendose entre las montañias y solo me contestó el eco de mi propia vos...

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Grumete
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Mensaje por Grumete »

Muy grande el post. Y no sólo de tamaño, mongolos.
Mu' rico tó

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The last samurai
Ulema
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Mensaje por The last samurai »

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Al menos es digerible.

P.S: como decimos por aquí, POCA FEINA.
Jordison escribió: 08 Jun 2018 11:33 Joder, la tienes dentrísimo.

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Babylon
Imán
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Mensaje por Babylon »

Leido.

Gracias por el tiempo que le has dedicado buen samaritano...

Ya está bajandose la discografia en la mula..
Su última visita fue: 24/12/10

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elHijoDelFonk
moromielda
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Mensaje por elHijoDelFonk »

La ascension a la gloria y la bajada a los infiernos de uno de los grupos mas influyentes y menos reconocidos del planeta tierra y parte de la via lactea.

Glorioso post, maese nicotin.Largo pero entretenido.Y ahora procedo a dejar de lamerle el ojaldre y vuelvo a mi exilio de phosphorero lector.

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Ricardo III
Mojahedín
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Mensaje por Ricardo III »

Samurai...¿No había avatar más cutre que es que llevas?
Por cierto, Nicotin, para los profanos...Podrias poner las que para ti sean sus, por ejemplo, 10 mejores canciones?

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Nicotin
Manuel Fraga Iribarne
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Mensaje por Nicotin »

A Ricardo III: Pues si no has escuchado nunca sus canciones, la verdad es que tienen un puñado de temas buenísimos, pero bueno, así para empezar:

Canciones "típicas" del estilo Lizzy: "The boys are back in town", "Cowboy song", "Toughest street in town", "Black Rose" (imprescindinble aunque sólo sea por el dúo de guitarras), "Don't believe a word","Do anything you want to", "Jailbreak"

Canciones más suaves: "Sarah", "Dancing in the moonlight", "Still in love with you".

Canciones más "heavy" de la última época: "Thunder & Lighting", "Killer on the Loose".

de la primera época con un único guitarra: "The rocker", "Whiskey in the jar".


Yo empezaría con esas, por ejemplo. Son bastante variadas (no tiene nada que ver "Sarah" con "Thunder & Lightning", hasta parecen grupos distintos), y precisamente por eso va a ser difícil que no te termine gustando el grupo por un tipo de canción u otra.

Aunque yo lo digo como fan, porque para mí son, sin problemas, como los Beatles, los Stones o Led Zeppelin.
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Criadillas
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Mensaje por Criadillas »

Nicotin escribió:"Dancing in the moonlight"


Es probable que esté en un error, pero desde que confundí Black sabbat con Deep Purple ya como que me dá un poco igual todo.

¿Esa es la misma canción que hace unos cuatro años versionó en plan pastelazo los Toploader?


Pese a todo, gran, gran post. Es el primero que me leo de los tuyos en este subforo (más por falta de tiempo que de interés), pero ahora mismo voy a buscar los demás que dejaste y a empaparme un poco del tacto de las greñas setenteras que algunos tanto reivindicais.
Dunkis dijo:

Criadillas es un hombre triste de derechas, quién lo iba a decir.

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Nicotin
Manuel Fraga Iribarne
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Mensaje por Nicotin »

Pues la verdas es que no lo sé.

Quienes sí hicieron una versión de esa canción fueron los Smashing Pumpkins.
The bigger the headache, the bigger the pill. Call me the big pill.

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