arafat escribió:La Montaña Mágica de Thomas Mann.
Cuesta trabajo parirlo, es largo, cansino por momentos, pero nunca se hace pesado ni interminable. Es mas, cuando se acaba se queda uno con ganas de que siga la historía del Sanatorio.
Recomendable para un verano de terrazas y azoteas, aunque a mi me ha pillado el otoño con el.
Espere usted unos años, hasta una segunda (y tercera) lectura, y créame usted -sé que lo hará-: la obra crecerá, y ascenderá a unos nuevos niveles que resultan difíciles de sospechar la primera vez. En realidad no es cuestión de número de lecturas, sino de paso del tiempo y asimilación de ciertas experiencias.
No olvide que el tiempo es la materia prima de "La montaña mágica". Vuelva su vista atrás, y piense en el por qué de ese final -que no pienso desvelar- y el modo en que transforma
todo lo anteriormente narrado en una ensoñación. No lo dude: se trata de una obra impresionista, y como en tantos cuadros impresionistas, se distingue mejor su contenido mirándolo desde la distancia.
oximoron escribió:Con este libro descubrí a Mann. Luego leí Los Buddenbrook, libro que me gustó más que La montaña mágica.
Por descontado respeto tu opinión, pero me permito el atrevimiento de decirte -aun a riesgo de equivocarme- que, con el tiempo, apreciarás "La montaña mágica" en mucha mayor medida. "Los Brudenbrook" es desde luego una obra magnífica, pero "La montaña mágica" describe algo tan intangible y lo hace de un modo tan sutil que resulta difícil de identificar, aunque se trata de algo tan humano e inevitable que finalmente uno termina reconociéndolo: el inexorable paso del tiempo, la manera en que la vida se consume, y cómo se vive el mundo cuando uno se siente cada día más cercano al momento de abandonarlo.
Diría que el lector ideal de "La montaña mágica" no es quien tiene toda la vida por delante, sino quien la ha dejado atrás. Hay que leerlo con el corazón lleno de recuerdos, no de proyectos y esperanzas.
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PD al resto de fosphoreros: No me estoy muriendo, así que por favor no me envíen flores, postales, ni mariconadas por el estilo. Estamos hablando de libros, no me amarguen el día.
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Aprovecho para, al hilo del tema -o al tema del hilo, como gustan ustedes en decir- remarcar el libro que acabo de leer: "Rebelión en la granja", de George Orwell (el autor del inmortal "1984"). Es una breve pero intensa y desgarradora sátira del estalinismo, al punto que Orwell fue requirido a suavizarla -cosa que no hizo- ante el temor de que los soviéticos se sintieran gravemente ofendidos.
A quien no lo haya leído, le recomiendo antes un breve vistazo a la historia soviética desde 1917 hasta el final de la II guerra mundial por lo menos. Votantes de Llamazares, ultras del "Nunca mais" y fans de Haro Tegclen, abstenerse.
(Nota: aunque Orwell detestaba todos los totalitarismos, el libro es un ataque directo al comunismo. No, querido universitario antiglobalización, no se moleste en consultarlo en Google: el propio Orwell lo dejó bien claro en un prólogo escrito al efecto de su publicación).
PD: Si Orwell supiera lo que significan hoy las palabras "Gran Hermano"...por fortuna, Dios tuvo la misericordia y sensatez de no crearnos inmortales.