Ahora bien, peliculas que me han dejado bastante puteado:
La Boca del miedo. El jodido niño con cara de viejo que va en la bici. Su puta madree...
También la escena final en el cine, con la ciudad vacía y arrasada, y Sam Neill viendo cierta piniculilla, sólo, en un cine.... y partiéndose el ojete, claro; no es para menos.
El Resplandor.
El niño recorriendo los pasillos vacíos del hotel. Un plano secuencia la hostia de largo, magistral, metros y metros de moqueta hortera y ambientación clásica. Hasta que se topa con dos putas niñas.
Kubrik; cabrón.

Luego en el Sexto Sentido, al ver el niño descerebrado de un escopetazo, y cuando encierran al pobre Joel Osment en el desván en el que hay un espíritu de hace doscientos años.... la verdad es que sorprende bastante.
De la nueva hornada japonesa no salvo nada como película de terror, lo cual no quiere decir que no me hayan gustado, sino que simplemente no me dieron miedo ni una sóla vez.
Bueno, en La Maldición, al ver a la china bajando las escaleras como un escarabajo no pude menos que expulsar la cerveza por ambas fosas nasales sobre mis asombrados compañeros.
Las risas traicioneras, que son lo que tienen...