FESTIMAD 2005
Me acababa de currar una crónica de puta madre de mi festimad y se ha ido al carajo, estoy muy triste, todo el puto tiempo perdido como lágrimas en la lluvia. No hay derecho.
Bueno, pues otra vez.
Llegamos al festimad el jueves, para acampar bien y con sitio. Ese día fue hasta divertido, una cola kilométrica para entrar al recinto, pero nada que no hubiera visto antes. Cacheos a la entrada. Los seguratas, competentes ellos, más que registrar lo que hacian era tocar los cojones. Pero hombre de dios, no me quites el Axe, que me va a hacer falta y mucha, y me dejes el martillo y el cuchillo jamonero, coño ya.
Acampamos en el sector 4 cuando sólo era un descampado de mierda virgen, antes de convertirse en un descampado de mierda lleno de tiendas de campaña. Teníamos el chiringuito montado, teniamos una nevera repleta de hielo y agua, de alcoholes varios y de chocolate del que se come. Eramos felices, a pesar de los cardos clavados en nuestras manos fruto del montaje de las tiendas.
Viernes por la mañana. Lo primero, vamos a ducharnos, ni que fuéramos ingleses. Buf. Cola de media hora para una ducha de agua fría de 2 minutos. Y nos quejábamos, ilusos de nosotros... joder, si hasta se podía cagar en los baños y todo.
Salgo al parking-polígano para encontrar a más amigos y desayunar como es debido, un pincho de tortilla y unas cervezas, el desayuno de los campeones de toda la puta vida. Pasamos el rato y volvemos a la tienda, a comer un bocatalomo y a vegetar un poco, y a la zona de conciertos.
A la entrada, más controles. –No chaval no te equivoques, no se puede pasar el cali. Sólo el agua. Ah, quitadle el tapón. Venga. Aire.
Una vez dentro y con la capacidad destructiva de mi botella mermada por la falta de tapón, buscamos una sombra. -Tú. -Qué. -Que no hay sombra, tu... -Ostia qué putada, tú... -Vamos a la carpa rara esa, tú... -Venga va. -Me hago un peta, tú.
Este fue uno de los momentos mas desoladores del Festimad, en el que comprendí que si no quería morir cocido en mi propio sudor, tendría que pasar muchas horas en un recinto, con un enorme techo y una alfombra de plástico azul cuya capacidad absorbe mierda quedaría demostrada con el tiempo.
Estoy hablando de lo que bauticé como El Apalancódromo.
El Apalancódromo es el lugar donde la gente iba una vez comprendía que no quería morir. El único lugar con sombra, quitando la carpa. Personas apiñadas jugando a las cartas, o durmiendo, o fumando, o bebiendo, o fumando y bebiendo. Lo que aquí se llama apalancarse, vaya. El suelo de este recinto se fue cubriendo de una capa de suciedad que daba cierto asco, un asco de cojones. La gente que llegaba, después de esquivar personas-mueble y posibles cadáveres, miraba al suelo y ponía una mueca de “joder que puto asco, no debería sentarme aquí”. Y se sentaban.
Venga, vamos a comprar bebida.
Lo típico: Minis de birra y cali por 5 leros (sí... aquí los llamamos minis... Coño!), de refresco por 4 y el agua a 2. Es caro, pero no me sorprende. Y he pagado minis mas caros, qué narices.
Los conciertos muy chulos y eso. Al de The Hives le deberían decir que mejor el inglés sólo que el spanglish ese ridículo que ponía de los nervios. Y el Manson tragó polvo por un tubo. Se lo merece, estuvo muy flojito.
Sábado por la mañana. Dia D de Destrucción, de Desquiciamiento, de Drogadicción; de Dios mío que pollas he hecho para merecer esto.
A las 9:00 nos despertamos, un clásico ya. Todos los que acampamos sabemos que era imposible dormir más allá de esta hora; quedarse en la tienda hasta las 9 y 10 podría suponer la muerte repentina por ataque de lipotimia asesina.
Y me fui a las duchas.
Oh, Dios.
No puede ser.
Mecagonmiputavida.
Volví a las tiendas a dar el parte, casi asustao. “Eh chavales, ¿queréis ver la cola mas grande de la historia de la humanidad? ¿Eehhh? No... la de las duchas”
Una cola que no se podia ver del todo mirando solo una vez. Para las duchas, y para los grifos. Buffff. Para los grifos de las narices. La nevera se había portado como una campeona el primer día, pero ya no había rastro ni de hielos ni de agua, ni de nada. Y la cola de los grifos no era una opción: Antes de llegar al final hubieramos caído deshidratados, y pues como que no tenia ni puta gracia. Asi que vamos al polígano, a desayunar, a rellenar todo lo rellenable, y a comprar hielos a 3 leros la bolsa. En el fondo era hasta lógico, los comerciantes se estaban haciendo el agosto de puta madre.
Sábado tarde. Salimos del concierto de Elecktra, que habia que verlo porque el bajo es coleguilla. Nunca me acuerdo de cual gemelo es.. ¿Kike? ¿Guille? Nunca he podido diferenciarlos.
¿Y que nos encontramos? Pues que el techo se va a volar y hay que desmontarlo, que Fumanchu han tocao 4 temas y se han ido echando ostias, que sabe dios cuando tocara Incubus. La verdad que no me quitaba el sueño, pero eso significaba que todos los demás conciertos también se iban a retrasar... Bueno... no pasa nada... ¿no?
Jodó...
A partir de aqui ya sabeis todos lo que pasó. Lo que se llama caos. La gente que ya había perdido la cuenta de lo que había estado esperando acechaba la barra y se desgañitaba gritando a los camareros, alguno muy inútil. Hasta que ya no hubo que hacer mas cola y tal.
No estoy de acuerdo con lo que pasó, pero joder, lo entiendo perfectamente. Y se tocas los cojones , pues la gente mas civilizada a lo mejor se cabrea y se va; los menos... pues asaltan las barras. De cajón.
Bueno, y lo de los puestos de tickets –menos mal que no faltó la figura del contrabandista de tickets a mitad de precio, todo un clásico de la fiesta-, y destrozar los coches de publicidad, y lanzar piedras a los voluntarios de la Cruz Roja –pero mendrugos, que son voluntarios, estan currando y si siquiera cobran-. Y eso. Precioso el momento del reparto de agua entre los mas desfallecidos, o entre aquellos que querían lanzarle algo al motivao que estaba haciendo calvos encima de la carpa que cubría lo que otrora fue una barra, ahora convertida en géiser de cerveza.
Me quedo con el comentario estrella y sus derivados que la gente no paraba de repetir:
“-Ha pasao poco pa lo que podia haber pasao. ¿Que no?”.
“-Esto pasa en Inglaterra y hay muertos y todo”.
“-Esto pasa en Inglaterra y hay mogollón de muertos y todo”.
“-Esto pasa en los Monegros y la diña hasta la señora de la limpieza”.
Y el otro comentario estrella:
“-Se jodan”.
El tema conciertos, bueno, aparte de las 4 horitas de retraso, estuvo bastante bien. Incubus muy cortos, pero ñáh, y qué. System acojonantemente potentes, aunque estuve mas pendiente de no tropezar y caerme en un charco hecho de tierra y 12 litros de vino robados de la defenestrada barra.
Y Prodigy... Solo este concierto me termino de alegrar el día. Ademas “sólo” habia que hacerse sitio entre 5000 personas o así, el puto agobio ya era historia.
La puta que pedazo de concierto.
El domingo por la mañana comprobamos qu no habian caido solo las barras de la zona de conciertos, sino todas. Era El Día Después. Una espontánea estaba sirviendo minis para todo el que quisiera. “Venga chavales que invita la casa” “Ponme ocho” “Ponme cuatro que no he desyunao”.
Este fue para mi el momento de fraternidad festivalera más bonito de todos. Más que el momento Acnur con el agua la noche anterior. Comunión con el universo totar. La anarquía y la cerveza fría reinaban en lo que se supone iba a ser un festival con sombra, con césped mullido y con una organización intachable. Los supervivientes brindaban alegres. A todos nos unía ya no el hecho de asistir al evento, sino el cansancio, el hinchamiento de pelotas y la mala ostia hacia los organizadores, santos cojones los suyos.
Desmontamos el chiringuito. Una vecina me pidió ayuda para desmontar su tienda chuli que la lanzas al aire y se monta sola, pero al revés no.
-Arréglatelas, tengo prisa por irme.
-Qué puto borde.
-No habernos jodido tronándonos con la trompetita en la pared de la tienda el primer día. Ni haberme abierto la puerta despertándome, haciendo fotos y gritando. No haber dao tanto por culo.
-Pero es que el primer día estábamos de subidón.
-Venga buenos días.
No, no estaba buena.
Y eso, luego al coche –bendita la hora en que decidimos llevarlo- y a casa, a hibernar un poco. Era domingo, El Domingo que Nunca Existió. Me fui del Festimad con un sabor jodidamente agridulce. Menos mal que al día siguiente tocaba Audioslave... y también algo muy parecido a Soundgarden y a Rage Against The Machine. Que ganas tenía de ver un concierto en condiciones. Esto ya lo comentaré que me pegao una panzá de teclear que no veas.
Bueno, pues otra vez.
Llegamos al festimad el jueves, para acampar bien y con sitio. Ese día fue hasta divertido, una cola kilométrica para entrar al recinto, pero nada que no hubiera visto antes. Cacheos a la entrada. Los seguratas, competentes ellos, más que registrar lo que hacian era tocar los cojones. Pero hombre de dios, no me quites el Axe, que me va a hacer falta y mucha, y me dejes el martillo y el cuchillo jamonero, coño ya.
Acampamos en el sector 4 cuando sólo era un descampado de mierda virgen, antes de convertirse en un descampado de mierda lleno de tiendas de campaña. Teníamos el chiringuito montado, teniamos una nevera repleta de hielo y agua, de alcoholes varios y de chocolate del que se come. Eramos felices, a pesar de los cardos clavados en nuestras manos fruto del montaje de las tiendas.
Viernes por la mañana. Lo primero, vamos a ducharnos, ni que fuéramos ingleses. Buf. Cola de media hora para una ducha de agua fría de 2 minutos. Y nos quejábamos, ilusos de nosotros... joder, si hasta se podía cagar en los baños y todo.
Salgo al parking-polígano para encontrar a más amigos y desayunar como es debido, un pincho de tortilla y unas cervezas, el desayuno de los campeones de toda la puta vida. Pasamos el rato y volvemos a la tienda, a comer un bocatalomo y a vegetar un poco, y a la zona de conciertos.
A la entrada, más controles. –No chaval no te equivoques, no se puede pasar el cali. Sólo el agua. Ah, quitadle el tapón. Venga. Aire.
Una vez dentro y con la capacidad destructiva de mi botella mermada por la falta de tapón, buscamos una sombra. -Tú. -Qué. -Que no hay sombra, tu... -Ostia qué putada, tú... -Vamos a la carpa rara esa, tú... -Venga va. -Me hago un peta, tú.
Este fue uno de los momentos mas desoladores del Festimad, en el que comprendí que si no quería morir cocido en mi propio sudor, tendría que pasar muchas horas en un recinto, con un enorme techo y una alfombra de plástico azul cuya capacidad absorbe mierda quedaría demostrada con el tiempo.
Estoy hablando de lo que bauticé como El Apalancódromo.
El Apalancódromo es el lugar donde la gente iba una vez comprendía que no quería morir. El único lugar con sombra, quitando la carpa. Personas apiñadas jugando a las cartas, o durmiendo, o fumando, o bebiendo, o fumando y bebiendo. Lo que aquí se llama apalancarse, vaya. El suelo de este recinto se fue cubriendo de una capa de suciedad que daba cierto asco, un asco de cojones. La gente que llegaba, después de esquivar personas-mueble y posibles cadáveres, miraba al suelo y ponía una mueca de “joder que puto asco, no debería sentarme aquí”. Y se sentaban.
Venga, vamos a comprar bebida.
Lo típico: Minis de birra y cali por 5 leros (sí... aquí los llamamos minis... Coño!), de refresco por 4 y el agua a 2. Es caro, pero no me sorprende. Y he pagado minis mas caros, qué narices.
Los conciertos muy chulos y eso. Al de The Hives le deberían decir que mejor el inglés sólo que el spanglish ese ridículo que ponía de los nervios. Y el Manson tragó polvo por un tubo. Se lo merece, estuvo muy flojito.
Sábado por la mañana. Dia D de Destrucción, de Desquiciamiento, de Drogadicción; de Dios mío que pollas he hecho para merecer esto.
A las 9:00 nos despertamos, un clásico ya. Todos los que acampamos sabemos que era imposible dormir más allá de esta hora; quedarse en la tienda hasta las 9 y 10 podría suponer la muerte repentina por ataque de lipotimia asesina.
Y me fui a las duchas.
Oh, Dios.
No puede ser.
Mecagonmiputavida.
Volví a las tiendas a dar el parte, casi asustao. “Eh chavales, ¿queréis ver la cola mas grande de la historia de la humanidad? ¿Eehhh? No... la de las duchas”
Una cola que no se podia ver del todo mirando solo una vez. Para las duchas, y para los grifos. Buffff. Para los grifos de las narices. La nevera se había portado como una campeona el primer día, pero ya no había rastro ni de hielos ni de agua, ni de nada. Y la cola de los grifos no era una opción: Antes de llegar al final hubieramos caído deshidratados, y pues como que no tenia ni puta gracia. Asi que vamos al polígano, a desayunar, a rellenar todo lo rellenable, y a comprar hielos a 3 leros la bolsa. En el fondo era hasta lógico, los comerciantes se estaban haciendo el agosto de puta madre.
Sábado tarde. Salimos del concierto de Elecktra, que habia que verlo porque el bajo es coleguilla. Nunca me acuerdo de cual gemelo es.. ¿Kike? ¿Guille? Nunca he podido diferenciarlos.
¿Y que nos encontramos? Pues que el techo se va a volar y hay que desmontarlo, que Fumanchu han tocao 4 temas y se han ido echando ostias, que sabe dios cuando tocara Incubus. La verdad que no me quitaba el sueño, pero eso significaba que todos los demás conciertos también se iban a retrasar... Bueno... no pasa nada... ¿no?
Jodó...
A partir de aqui ya sabeis todos lo que pasó. Lo que se llama caos. La gente que ya había perdido la cuenta de lo que había estado esperando acechaba la barra y se desgañitaba gritando a los camareros, alguno muy inútil. Hasta que ya no hubo que hacer mas cola y tal.
No estoy de acuerdo con lo que pasó, pero joder, lo entiendo perfectamente. Y se tocas los cojones , pues la gente mas civilizada a lo mejor se cabrea y se va; los menos... pues asaltan las barras. De cajón.
Bueno, y lo de los puestos de tickets –menos mal que no faltó la figura del contrabandista de tickets a mitad de precio, todo un clásico de la fiesta-, y destrozar los coches de publicidad, y lanzar piedras a los voluntarios de la Cruz Roja –pero mendrugos, que son voluntarios, estan currando y si siquiera cobran-. Y eso. Precioso el momento del reparto de agua entre los mas desfallecidos, o entre aquellos que querían lanzarle algo al motivao que estaba haciendo calvos encima de la carpa que cubría lo que otrora fue una barra, ahora convertida en géiser de cerveza.
Me quedo con el comentario estrella y sus derivados que la gente no paraba de repetir:
“-Ha pasao poco pa lo que podia haber pasao. ¿Que no?”.
“-Esto pasa en Inglaterra y hay muertos y todo”.
“-Esto pasa en Inglaterra y hay mogollón de muertos y todo”.
“-Esto pasa en los Monegros y la diña hasta la señora de la limpieza”.
Y el otro comentario estrella:
“-Se jodan”.
El tema conciertos, bueno, aparte de las 4 horitas de retraso, estuvo bastante bien. Incubus muy cortos, pero ñáh, y qué. System acojonantemente potentes, aunque estuve mas pendiente de no tropezar y caerme en un charco hecho de tierra y 12 litros de vino robados de la defenestrada barra.
Y Prodigy... Solo este concierto me termino de alegrar el día. Ademas “sólo” habia que hacerse sitio entre 5000 personas o así, el puto agobio ya era historia.
La puta que pedazo de concierto.
El domingo por la mañana comprobamos qu no habian caido solo las barras de la zona de conciertos, sino todas. Era El Día Después. Una espontánea estaba sirviendo minis para todo el que quisiera. “Venga chavales que invita la casa” “Ponme ocho” “Ponme cuatro que no he desyunao”.
Este fue para mi el momento de fraternidad festivalera más bonito de todos. Más que el momento Acnur con el agua la noche anterior. Comunión con el universo totar. La anarquía y la cerveza fría reinaban en lo que se supone iba a ser un festival con sombra, con césped mullido y con una organización intachable. Los supervivientes brindaban alegres. A todos nos unía ya no el hecho de asistir al evento, sino el cansancio, el hinchamiento de pelotas y la mala ostia hacia los organizadores, santos cojones los suyos.
Desmontamos el chiringuito. Una vecina me pidió ayuda para desmontar su tienda chuli que la lanzas al aire y se monta sola, pero al revés no.
-Arréglatelas, tengo prisa por irme.
-Qué puto borde.
-No habernos jodido tronándonos con la trompetita en la pared de la tienda el primer día. Ni haberme abierto la puerta despertándome, haciendo fotos y gritando. No haber dao tanto por culo.
-Pero es que el primer día estábamos de subidón.
-Venga buenos días.
No, no estaba buena.
Y eso, luego al coche –bendita la hora en que decidimos llevarlo- y a casa, a hibernar un poco. Era domingo, El Domingo que Nunca Existió. Me fui del Festimad con un sabor jodidamente agridulce. Menos mal que al día siguiente tocaba Audioslave... y también algo muy parecido a Soundgarden y a Rage Against The Machine. Que ganas tenía de ver un concierto en condiciones. Esto ya lo comentaré que me pegao una panzá de teclear que no veas.
Despues de leeros a varios quejandoos de los cardos, del calor, del polvo y demas, uno llega a dos conclusiones:
a)Que infancia mas triste, yo que me la pasaba salvaje en el campo y trotando por el mundo de campamentos y vosotros que no habeis debido salir de casa. Generacion playstation...
b)Aqui lo que se necesita es que pongan otra vez la mili y os hagan hombres hechos y derechos de una vez, que estais totalmente amariconados!!.

a)Que infancia mas triste, yo que me la pasaba salvaje en el campo y trotando por el mundo de campamentos y vosotros que no habeis debido salir de casa. Generacion playstation...
b)Aqui lo que se necesita es que pongan otra vez la mili y os hagan hombres hechos y derechos de una vez, que estais totalmente amariconados!!.

tonetti escribió:¿Estás intentando razonar con Maclukis? (...) BAstante dacuerdo con macklukis (...) Muy de acuerdo con lo que dice maclakis
A la entrada, más controles. –No chaval no te equivoques, no se puede pasar el cali. Sólo el agua. Ah, quitadle el tapón. Venga. Aire.
Curioso eso del tapon, te obligaban a quitarlo para evitar que la lanzases al escenario, y cuando entrabas al puto recinto habia cascotes de tamaños surtidos... vamos que pa que tirar piedras habiendo botellas sin tapon...
Aqui lo que se necesita es que pongan otra vez la mili y os hagan hombres hechos y derechos de una vez, que estais totalmente amariconados
Aro hombre, que pongan la mili, pero para que sea mas parecido al festimad tendrian que hacerte pagar por la estancia en el cuartelillo

- jubilao
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pa organizar unas olimpiadas estamos, jeje. Olimpiadas con bayeta, o limpiadas con estropajo. Rezad a San Carod para que nos libre.
A lo que iba, afotos (be yonki!)
http://www.yonkis.com/imagenes01/festi_madmax.htm
A lo que iba, afotos (be yonki!)
http://www.yonkis.com/imagenes01/festi_madmax.htm
Urdu escribió: Tengo fotos actualizadas de mi rabo.
- Nicotin
- Manuel Fraga Iribarne
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Knuckles escribió:Coño, a mi lo de los cardos prácticamente me daba igual, hubiera acampado aun a sabiendas de ello. Lo que no puede ser es que te prometan cesped mullido... y luego encontrarte eso.
Una curiosidad -sin ironía ninguna-, ¿qué recintos festimadeables conocéis en los alrededores de Madrid con tupido césped y árboles de maternal y generosa sombra?
Lo pregunto en serio, es que no lo sé. Conozco algo Madrid, pero no tanto.
The bigger the headache, the bigger the pill. Call me the big pill.
- Stewie
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Nicotin escribió:Una curiosidad -sin ironía ninguna-, ¿qué recintos festimadeables conocéis en los alrededores de Madrid con tupido césped y árboles de maternal y generosa sombra?
Lo pregunto en serio, es que no lo sé. Conozco algo Madrid, pero no tanto.
El Campo de las Naciones en principio sí, pero teniendo en cuenta el destrozo que supone meter 25000 personas dos dias a beber, orinar, acampar y dar botes en un parque medinamente cuidado, supongo que directamente ni se lo han planteado.
Otra razón, es que en Madrid no hay alcalde socialista, cosa que no falta por el Sur.
Pepe escribió: A mi todo esto (la extinción del lince) me parece una mierda. El lince mola, es bonito como gato y elegante como abrigo, que se vaya a la mierda no mola, que hagan corridas de linces.
- Nicotin
- Manuel Fraga Iribarne
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Stewie escribió:El Campo de las Naciones en principio sí, pero teniendo en cuenta el destrozo que supone meter 25000 personas dos dias a beber, orinar, acampar y dar botes en un parque medinamente cuidado, supongo que directamente ni se lo han planteado.
No... precisamente el Campo de las Naciones, tampoco me lo he planteado yo.
Pero vamos, es que no sé de dónde van a sacar un terreno de ensueño cuyo dueño o gestor se preste a que sea invadido por una marabunta de niñatos irresponsables conducidos por unos organizadores con la misma capacidad de comando que Irureta después de arruinarse jugando al póker.
Suponiendo, claro, que el Festimad sobreviva a lo de este año. Una cosa os digo: si vais al del años que viene, es que os merecéis lo que os ocurra.
The bigger the headache, the bigger the pill. Call me the big pill.
- Stewie
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Mclaud escribió:Que coño. A la autonoma todo el mundo.
Oye tú, ¿se han reanudado los macrobotellones del jueves tarde?
Después de lo del punki que entró a una clase y le tiró un mini de kalimocho a un profesor tenía entendido que estaban suspendidos indefinidamente.
Pepe escribió: A mi todo esto (la extinción del lince) me parece una mierda. El lince mola, es bonito como gato y elegante como abrigo, que se vaya a la mierda no mola, que hagan corridas de linces.