Un comando espechial amirricano es enviado al corazón de cierto país africano convulsionado por una cruenta guerra civil, con la misión de sacar de allí a una médico y a dos monjas y un curita que están en la selva intentando ayudar a los refugiados.
Cuando llegan, los rescatados se niegan a abandonar a sus enfermos, por lo que el comando se tiene que hacer cargo de todos y llegar con todos a la frontera.
Lo que es un punto de partida interesante y con potencial de sobra para decir unas cuantas cosas desagradables e incómodas acerca del pasotismo occuidental con respecto a las salvajadas que llevan años y años asolando el continente africano, acaba convirtiéndose en lo de siempre:
Peli de tiros, explosiones, amirricanos heroicos y negros malos.
Bruce Willis se tira toda la película con el ceño frunciso, en serio, es acojonante.
A mí es un actor que me parece el mejor de la historia en el género de "acción total", por decirlo de alguna manera. Pero aquí es que no cambia el rictus.
Está ceñudo cuando le mandan la misión (comprensible; está asqueado de su vida).
Está ceñudo cuando ve morir a los malos (...bueno, es para fruncir el ceño; vale).
Está ceñudo cuando sus coleguis son acribillados (...).
Está ceñudo cuando la Belluchi se le acerca a darle restregones de estrangis (???).
Está ceñudo cuando caga, cuando dispara, cuando da discursos, cuando pega a negros, cuando come latas de conservas, cuando se saca un moco y cuando se lo come.
Supongo que al final del rodaje llevaría la ceja en cabestrillo, porque esa mierda de posición durante tantos días no puede ser bueno.
Imposible.
Cacotas; no perdáis el tiempo con ella, porque encima puede que os acabéis cabreando del mismo modo que cabrea ver "Amistad".
Cacota pseudopanfletaria, encima.
Dando lecciones; ole sus huevos.
Un 3.
Al límite.

Si hubiese que buscar una sóla palabra para definir esta película, creo que la más acertada sería la de "exceso".
Todo en esta película es excesivo; desde las interpretaciones de todos los actores (a excepción de John Goodman y Patricia Arquette, de la cual me he enamorado ahora), pasando por la dirección encocada de Scoprsesse (lo de ese tío es muy fuerte en esta película), pasando por el guión de Schrader, por la fotografía...
Todo.
Con esto no quiero decir que no me haya gustado, porque lo excesivo, si dentro de lo que cabe está llevado con cierta cabeza, también puede ser disfrutable.
Y al menos lo que queda claro es que en esta película le han echado todos unas ganas tremendas, y qué cojones; es diferente a la mayoría de las cosas que hayais podido ver, la verdad.
La historia:
Un conductor de ambulancias y ATS vive las tres peores noches de trabajo de su vida en el peor barrio de la "capital del mundo"; Hell´s Kitchen.
Lleva meses sin lograr salvar a un paciente, está sumergido en una vorágine de alcohol y trabajo, contínuo, y encima sus tres compañeros no ayudan precisamente.
Entre medias hay una historia de amor platónico y amistad más que de amor convencional.
Y Scorsesse nos lleva por esas tres noches, acompañando al ATS por un camino de autodestrucción, redención, culpabilidad, violencia explícita, muerte, fe...
Esta película es como escuchar a Wagner. Como dijo Woody Allen; "dan ganas de invadir Polonia".
Está considerada una de las obras menores del director neoyorkino, y ciertamente que no está a la altura de Taxi Driver o Casino, o la colosal e insuperable "Uno de los nuestros".
Pero una obra menor de Scorsese puede considerarse perfectamente como una de las cinco mejores películas de su año. Con holgura.
Yo la recomiendo, porque de ésta película se han dicho muchas cosas, y algunas muy exageradas; desde que es una obra maestra hasta que es una soberana mierda.
Ni una cosa ni la otra, pero sin duda la recomiendo. Puede que en ella encontréis muchas cosas interesantes y que merece la pena explorar.
Un 8.
PD: Hay un plano en el que vamos a un negro ensartado en los barrotes de la barandilla de la terraza de su casa, a docenas de metros del suelo. Nicholas Cage intentando salvarle.
Mientras el negro delira comienzan a explotar fuegos artificiales tras él.
Eso tan sólo se le puede haber ocurrido a alguien con un talento descomunal (Schrader).
-Hay un plano complicadísimo que es una imagen subjetiva de Nicholas Cage al volante de su ambulancia, a toda hostia por las calles.
Mira al retrovisor para ver qué ocurre en la parte de atrás de la ambulancia. Allí se encuentra John Goodman intentando reanimar a un tipo con parada cardiorespiratoria.
Y a la vez, vemos a través del cristal delantero cómo Nueva York sigue tan tranquila, a su velocidad, la gente paseando de noche, los enormes edificios encendidos y anunciando la evolución de las Bolsas mundiales con carteles gigantescos de neón amarillo que iluminan todo.
Eso sólo se le puede haber ocurrido a un genio (Scorsese).
Por otra parte también he visto Sin City...
