Manque debería ser conocido como "El Innombrable", se le conoce como Javier Álvarez.

Quedaros con su cara y no os dejéis engañar por su inocente aspecto; es un hijo de puta de los grandes.
Podríamos situarle junto a retardeds de la talla de Iván Ferreiro o Danny Show, pero lo suyo rompe todo límite concebible, tanto en los videoclises, como en las letras, como en su -joder, por fuerza mayor debe ser subnormal para atreverse- disco de versiones.
Sí, troncos, el cabrón este se planta en un estudio, con más cojones que sus huevos, y graba de nuevo clásicos de Nancy Sinatra, Olivia Newton John, Sting, Michael Jackson o ¡¡¡Schubert!!!, editándolos después.
Qué poca vergüenza, qué mierda de código penal tenemos que permite a cosas como Javier, ya no pisar un estudio de grabación, si no andar tranquilamente por la calle.
Pero nada, si el día de ayer la cosa le funcionó y no le abrieron la cabeza, hoy va el fulano y saca un nuevo disco.
¡Qué digo un disco! ¡Dos, que es doble!
Sí, amigos, ya os advertí de que teníamos ante nosotros un verdadero bastardo.
Pero también tenemos en nuestras manos el poder parar de una vez por todas estas atrocidades musicales y evitar asín que, en un futuro, tengamos que trepanar los oídos a nuestros retoños para evitarles espectáculos como estos
Ese poder se conoce como "masa con piedras y palos en mano", y sería de justicia popular (a falta de la oficial) y divina el que se manifestase el próximo día 13 en la FNAC Plaza Norte de Madrid, donde Javier dará un concierto.
También ha querido el señor que esta tarea sea más fácil al proveer al anticristo de inofensivos gafapastas y tullidos mentales a modo de fans.
Yo, vuestro Rael, vuestro juez Garzón, vuestro justiciero musical y su puño americano, os espero allí.
P.S. Que si eso, podéis mirar el video de Ni Na No (disponible en su web) para ir entrando en calor y eso.