-La falsa serie o serie-gimmick, basada en el carisma de su/s protagonista/s ("Colombo", "El equipo A"), y que es en realidad una colección de mini-películas.
-La serie-culebrón, que es el verdadero espíritu original de una serie.
En ese sentido, la serie definitiva, la que unió definitivamente el carisma con la adicción a un argumento opiáceo, fue, sin lugar a dudas, "Dinastía" (Seguida de cerca por "Dallas", a la que no me atrevo a poner en un escalón inferior)
Eso son series.
Lo demás, pálidas imitaciones.
"Dynasty", la serie más jodidamente entretenida de todos los tiempos.
