Yo también me encuentro en el grupo de enfermos que leí a Pío Moa. Confieso que por morbo/curiosidad.. y que no pude leer todo el libro. No porque fuera execrable, que lo es, ni mentiroso en las fuentes, que también lo es, sino que está muy mal escrito.. y eso no lo aguanto. Siendo la misma bazofia demagógica, habría que diferenciar entre la trinidad de "revisionistas":
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César Vidal, el hombre cuya fertilidad literaria es sólo comparable al hedor que produce: Su tono de cura amargado y reprimido, con esas pausas interminables buscando la aprobación y satisfacción en los interlocutores que nunca halló en una vagina... me duerme, tanto escucharlo como leerlo. Es repetitivo, lineal y perdido en incoherencias y descontestualizaciones en sus datos y citas.
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Federico J.L. (ese hombre)

: Este, sin la supuesta formación intelectual de sus compañeros, es similar en cuanto a postulados pero más directo en cuanto a conclusiones. Engancha más con las bases de fieles, y le reconozco que a veces me divierte. El tío lo vive, y en ocasines parece que cuando vocifera tiene un muro aladrillado al fondo y un cubata en la mano, recreándose en sus monólogos (con él no hay tertulias ni entrevistas, es la diva que atrapa los focos y se come el escenario). Es una versión contemporánea de Queipo de LLano, cuando sus ladridos mentirosos (éste también lo hacía conscientemente) perturbaban las ondas para arengar a las tropas desde su refugio sureño.
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Pío Moa : El pollo que nos ocupa, pues bueno, partiendo como ya se ha apuntado su pasado como miembro activo del GRAPO, que continúa afirmando que no se arrepiente de nada de lo que haya hecho (y disparado).. aunque, si los argumentos que ahora esgrimiese fueran válidos, aunque sólo en parte, no tendrían porqué desaceditarlos su pasado terrorista, pero es que ni por esas. Es un resentido sin talento ni como literato ni como ensayista, que se postuló para trabajar en todos los medios escritos gallegos (esto lo sé de primera mano) sacrificando la orientación de sus artículos por la oportunidad de poder acceder a un foro público = se vendía cual chapero moribundo, dejando que el editor de turno fuese el guionista de sus esputos. Por supuesto, ningún medio galaico accedió a publicar nada de este elemento. Por todo esto, cuando comenzó a adquirir renombre recientemente, me hice con un par de libros suyos para comprobar si el engendro que recordaba era el mismo que llenaba librerías. Ver para creer.
Son en definitiva, lamentos de maricona los que proceden de esta pléyade de esbirros. Sus palabras van dirigidas a una legión de convencidos, convirtiéndose en mítines, en
masturbaciones colectivas. Cualquier persona, independientemente de su origen e ideología, que desee profundizar en la actualidad o la historia, debe ser exigente en las fuentes, y por ello nunca puede tomar en serio a estos humoristas desocupados y sin gracia. Pero no por el hecho de que su discurso sea más o menos acertado, sino porque está mal construído, ejecutado y el fin promovido no es la información ni la creacion de opinión, sino únicamente el desahogo y la superación de complejos personales.