
¿Hay alguien a quien pueda no gustarle Carver? Inconcebible, pero nunca se sabe.
Me he bebido muy despacio "De qué hablamos cuando hablamos de amor", guardado como un pequeño tesoro para seguir teniendo algo nuevo que leer de este cuentista maravilloso. Pero todo se acaba aunque alargues al máximo los sorbos. Diecisiete perturbadores regalos en esta ocasión con una polémica añadida que provoca más curiosidad que extrañeza, ya que se reconoce al autor en casi cada letra. Carver dibuja como nadie ese perfil tambaleante entrado en la treintena cuyo pasado ha sido una bofetada de amarga realidad del que sobrevive a duras penas a la espera de un futuro incierto. Historias comunes y minuciosas de personas que viven en una constante huída hacia ninguna parte. "¿Por qué no bailáis?", "Belvedere", "La calma" o "Una conversación seria" son parte de las conmovedoras historias con las que me he encontrado y, como suele ocurrir, he disfrutado tanto o más recreándome en las formas; qué simple parece pero qué complicado debe de ser decir tanto en apenas unas cuantas líneas. O qué bonito es encontrar las palabras justas; sin adornos ni rodeos, directamente al hígado.
Así que me he agenciado "Todos nosotros" para cuando el hambre apriete. Con un par.