Foreman... me da que estás oyendo campanas donde sólo hay cascabeles. Mis curiosidades políticas deben interpretarse al mismo nivel que los argumentos que pueda ofrecer chirri divagando sobre las virtudes del fistfucking. Te recuerdo que soy un niño pijo de urba madrileña, y que para mí eso de los nacionalismos resulta tan distante e intangible como los cocodrilos albinos de las cloacas neoyorkinas. Dicen que haberlos, haylos. Y cualquier intromisión por mi parte en ese terreno debe interpretarse con la misma ingenuidad que se gastarían las
hermanas Izquierdo retransmitiendo el día del orgullo gay. Si, con todo y con eso, he cometido alguna imprudencia imperdonable, consten aquí mis disculpas.
Tengo problemas con mi ordenador y me huelo que van para días, pero conociéndome como me conozco ya me las apañaré para asomar el hocico, linkar algún que otro vídeo y, si el tiempo no lo impide, meter algún dedo en alguna nueva e inesperada llaga.
En cuanto a Luz Casal, ¿no tendrás por ahí el Rufino, verdad? Me siento súbitamente identificado con aquella estrofa que dice:
Rufino es libertino, divino y superficial.