Las apariencias engañan, amigo.
Ahora estoy en una zona demasiado cerca de El Ejido, así que imagina lo que puede haber por aquí: de todo y más. Incontrolable para el despliegue de Guardia Civil y Policía que yo creo que es uno de los más potentes en España.
Sobre mis vecinos pues sí, mala suerte: donde tengo que dormir tengo pared con pared la cocina de una familia medio gitana romaní y aparte de muchas broncas y hablar a grito pelao hasta las tantas y siempre escuchando puta y puta y puta (si les dieran un euro por cada vez que lo dicen se harían ricos) les da por poner un pedazo de equipo de música con sermones de estos de pastor evangelista como invocando a Satán (o eso parece). Todo el barrio lo escuchamos. La última noche que los puso pues eran ya casi las doce de la noche y te lo juro, que el tipo se pone en la terraza del otro bajo esquinillero que es el suyo a decir como si tuviera un micrófono: amén, amén, amén. Yo ya cansada detrás de mi persiana diciendo JAMÓN.
En fin, no me tires de la lengua que estoy que que,,,,

