Ayer me acabé
"A 2 metros bajo tierra", o Six feet under para los modelnos.
Llevo desde que nos encerraron allá por Marzo vistas de forma consecutiva y sin descanso Los Soprano, The Wire y A 2 metros bajo tierra, sacando brillo a mi suscripción de HBO. Y bueno, he de decir que esta última es la que menos me ha gustado de las tres, lo que no significa que no me guste, claro.
Tiene muchas cosas geniales, la forma en la que afronta la muerte, unos personajazos increíblemente escritos e interpretados, un final precioso y muy coherente con toda la serie. Pero me ha parecido excesivamente dramática y enrevesada... por momentos parecía aquello un novelón venezolano.
A los pobres les pasa de todo, hoygan.
Nate tiene una enfermedad cerebral.
La mujer de Nate desaparece y encuentran su cadáver a los pocos días.
Resulta que el cuñado de Nate se follaba a su mujer y parece ser que pudo tener algo que ver en su muerte.
Nate deja embarazada a su otra mujer Brenda... y esta aborta, claro.
Nate muere por la enfermedad cerebral anterior.
La madre de Nate, después de enviudar, se casa con un señor que acababa de pasar por ahí, y resulta que el tipo es un enfermo mental y le tienen que dar electroshocks y se queda medio bobo, y la señora a cuidarle.
La hermana de Nate se queda embarazada y también aborta, esta vez de forma voluntaria.
Al hermano de Nate le secuestra un tío y después de torturarle y robarle, le rocía con gasolina y le amenaza con matarle.
Ostia, casi que la muerte es lo de menos, amigos.
Hay mucha discusión, muchas rupturas de parejas para volver a juntarse... demasiado novelón y drama exagerado en general.
Lo que le pasa es que, como digo, los personajes son una maravilla de tan humanos y cercanos que son. Son tan reales y coherentes consigo mismos que tienen unos defectos y virtudes que te pueden llevar a odiarlos a muerte y a amarlos sin condición. Esa madre fría y contenida que ha vivido toda su vida como sirvienta de su marido, que es incapaz de expresar sus sentimientos, ese gay que termina por salir del armario que lleva a sus espaldas una ristra de complejos y de temores, ese hijo díscolo que huyó de un hogar asfixiante para buscar su vida pero que no tiene más remedio que volver tras la muerte de su padre al punto de partida, esa adolescente que sueña con ser fotógrafa (sic) y artista incomprendida pero que termina currando en una oficina de mierda con compañeros de mierda...
En fin, que la termino con un poco de sensación agridulce. Es buena, el tema es muy interesante y está muy bien tratado, pero si me hubieran reducido el nivel de drama y embrollos de pareja quizá me hubiera gustado más.
En mi top siguen estando The Wire, Los Soprano y Breaking Bad, y esta se queda en el pelotón perseguidor, aunque voy a echar mucho de menos a los Fisher.
Coño, y después de estos tres clasicazos de la HBO ¿ahora con qué me pongo?