Nolens escribió: ↑23 May 2022 16:27
Hay trabajos que son inherentemente más fatigosos y peligrosos (o las dos cosas) que un embarazo. Y prohibirlos me parece el tipo de conclusión a la que se llega cuando uno se ve obligado a partir de premisas ridículas porque ha comprado mercancía ideológico-religiosa defectuosa.
Partir de la base que me han lavado el cerebro y que no soy capaz de tener mi propio criterio. Ad hominem bien bonita. De verdad, tú no quieres debatir quieres ganar y me parece fantástico tengo una caja llena de pins.
Creo que existen curros más nocivos que un embarazo, te doy la razón, pero si existen es porque no están bien regulados. Si un minero trabajase dos días y descansase cuatro como dice su convenio (no sé cuál es el convenio exactamente y paso de buscarlo la idea es la misma a pesar de la falta de precisión) o mejor aún, si trabajase y descansase en la proporción que la comunidad médica considerase adecuada para una calidad de vida decente (porque probablemente el convenio no es tan ajustado a la justicia como debería), en las condiciones que fueran necesarias para garantizar esa calidad, su trabajo no sería tan nocivo física o mentalmente como lo puede ser un embarazo. Tu argumento es, como hay gente a la que están jodiendo la vida, ese debe de ser el baremo de medir, lo cuál me parece la premisa cínica y egoísta del que le han vendido el panfleto judeo-liberal católico de que el pan hay que ganárselo con el sudor de su frente como si ser privilegiado no fuese producto de un azar injusto.
Nolens escribió: ↑23 May 2022 16:27
Ruttiger escribió: ↑23 May 2022 16:10
[...]
Lo que pasa es que cuando tú preguntas que por qué me parece más amoral vender tu útero que tu espalda limpiando escaleras a ti no te interesa mi respuesta [...]
Claro que me interesa: soy un defensor acérrimo de la mayéutica.
Gracias por enseñarme, maestro.
Nolens escribió: ↑23 May 2022 16:27
Ruttiger escribió: ↑23 May 2022 16:10
[...]
tú sólo quieres rebatirme porque no hay absolutamente nada en el universo que yo pueda decir que pueda cambiar tu punto de vista. [...]
No. Yo quiero rebatirte hasta que me presentes un argumento irrebatible que haga cambiar mi punto de vista o hasta que intuya que has cambiado el tuyo. O hasta que me aburra, vaya.
Yo me he aburrido ya hace rato.