Alvarito escribió:Tienes una cabeza muy grande, seguro que tienes neuronas del tamaño de un baobab (que claro, habrán crecido tanto tanto tanto que te habrán reventado el cráneo y secado los sesos... ahora me lo explico todo).
-¿Es verdad que los corderos se comen los arbustos?
-Sí, es cierto.
-¡Ah, qué contento estoy!
No comprendí por qué era tan importante para él que los corderos se comieran los arbustos. Pero el principito añadió:
-Entonces se comen también los baobabs.
Le hice comprender al principito que los baobabs no son arbustos, sino árboles tan grandes como iglesias y que incluso si llevase consigo todo un rebaño de elefantes, el rebaño no lograría acabar con un solo baobab.
Esta idea del rebaño de elefantes hizo reír al principito.
-Habría que poner los elefantes unos sobre otros…
Y luego añadió juiciosamente:
-Los baobabs, antes de crecer, son muy pequeñitos.