rianxeira escribió:PD: montarse en un velero y ganar la copa america es fácil, sólo tienes que desplegar las velas y después todo depende de lo bueno que sea el fabricante, la tripulación no hace nada, ¿verdad? ¿VERDAD?, si la cosa es hablar por hablar.
Parece que el fan número uno del programa otrora conducido por Mara Torres, no es otro que tú mismo.
A ver, cuando digo que la máquina no suele ser el elemento fundamental, entendiendo como tal aquel que introduce el factor de desequilibrio más importante, es porque en la mayoía de deportes son "sólo" los deportistas sobre los que recae la responsabilidad de su éxito. Ocurre así en enlos deportes marítimos, donde se les conceden embarcaciones "standard" a sus tripulantes.
En las regatas esas donde se luce la familia real, no ocurre eso, y se parece más a la efigie de Franco pescando en un tramo del río atestado de salmones, que parecían chinos en un piso de Lavapiés.
Con la Copa América la situación es diferente; la competición es en sí atractiva, siempre para el que participa claro porque para el espectador es putamierda (lo que me pasa a mí con el fútbol-sala, curioso) y ello es así porque hay numerosos retos, todos en afrenta directa contra Poseidón y sus secuaces.
Hasta ahí vale, y si quieres llamarles deportistas a los tripulantes, por mí vale, aunque luego debas hacer lo propio con todos los náufragos a la deriva que sobreviven chupando orines destilados y comiendo gaviotas.
El tema es que las embarcaciones son más caras que el ajuar completo de un equipo de F-1, con igual o más ingeniería detrás y la valía de las embarcaciones es la piedra angular sobre la que luego la tripulación deberá sustentar la suya propia.
Es decir, siendo en comparación la aportación humana mayor que en el caso de los del buzo y casco, siguen aquí amparándose en una gran importancia de la "máquina", y ante una gran actuación humana, si la embarcación tiene limitaciones, no conseguirán nada...y viceversa.
Lo único que apuntaba era ese aspecto, y ya ha quedado demostrado que la importancia de contar con una embarcación buena (y por ello cara) es pieza clave para el buen término de la singladura. Que sea más o menos deporte es cuestión diferente y en la que (casi) no he entrado.