Lo siento, pero sólo conozco la obra de oídas, así que arreo un copy-paste.
Amilcare Ponchielli (1834-1886) posee un legado centrado en forma única y exclusiva en la fama de su ópera “La gioconda”.
Ponchielli fue alumno becado del Conservatorio de Milán, obteniendo su diploma de egreso a los 20 años, ya con varias breves composiciones a su haber.
Sus primeros trabajos los desarrolló en Cremona, como intérprete y profesor de órgano, llegando pronto al mundo de la ópera, el que más le interesaba.
En 1856, Amilcare Ponchielli ya dirigía óperas en Milán, entre las cuales había una de su propia creación, titulada “I promessi sposi” (“Los novios”).
Luego compuso nuevas obras para la lírica, pero una tras otra no obtuvieron ningún éxito. En el intertanto, Ponchielli ofició de director de bandas en Piacenza y en Cremona.
En 1872, en el Teatro alla Scala de Milán se presentó con mucho éxito el ballet “Los dos gemelos” con música de Ponchielli.
Este parece haber sido el momento decisivo para la carrera del compositor, cuyas obras comenzaron a ser publicadas por la Casa Ricordi.
La Scala le comisionó entonces una ópera, la cual sería “Los lituanos”, con libreto de Antonio Ghislanzoni y estrenada en 1874, afortunadamente con un cálida acogida.
El nombre de Ponchielli comenzó así a ser más respetado, a lo cual contribuyó el hecho que “I promessi sposi”, en versión totalmente revisada, comenzara también a despertar interés en diversos teatro italianos.
El estreno de “Los lituanos” tuvo lugar en La Scala de Milán en marzo de 1874, con el suficiente éxito para que este teatro solicitara otra ópera a Ponchielli.
Ésta sería “La gioconda”, la ópera número 10 del total de 12 que el compositor escribió.
El libreto de “La gioconda” fue de Arrigo Boito, ya conocido como compositor, pues su ópera “Mefistófeles” había sido estrenada ocho años antes. Como libretista, sin embargo, aquí daba su primeros pasos. Luego, en 1881, Boito iniciaría sus trabajos con Giuseppe Verdi, al escribir el libreto para la revisión de “Simón Boccanegra”. En 1887 colaboraría con este compositor redactando el libreto de “Otello” y en 1893, el de “Falstaff”.
Arrigo Boito no quedó conforme con su labor para “La gioconda”, razón por la cual, con el ánimo de ocultar su nombre, firmó su trabajo con el anagrama de Tobia Gorrio.
La fuente literaria sobre la cual Boito elaboró el libreto, con cambios en nombres de los personajes, lugares de acción y época, fue el drama “Angelo, tirano de Padua” de Victor Hugo, estrenado en el Teatro de la Comedie Française de París, en 1835. Esta pieza teatral había servido ya como base para la ópera “El juramento” de Saverio Mercadante, cuatro décadas antes.
Curiosamente, en la lejana ciudad de San Petersburgo, el compositor ruso Cesar Cui estrenó la ópera “Angelo”, basada en esta misma obra de Vitor Hugo, con muy pocos días de diferencia respecto de la de Ponchielli.
“La gioconda” fue estrenada en La Scala de Miláa, el 8 de abril de 1876, en un momento clave para el desarrollo de la ópera italiana, pues la dominante producción de Giuseppe Verdi tuvo un extenso período de silencio entre el estreno milanés de “Aida” en 1872 y la irrupción de “Otello” en 1887.
Pese a que “La gioconda” fue exitosa desde su mismo estreno, sólo tuvo 4 representaciones esa temporada.
Ponchielli no quedó satisfecho con el resultado y le introdujo sucesivos cambios hasta llegar en 1880 a la versión definitiva con que hoy se la conoce. Para entonces la ópera acumulaba apenas 14 subidas a escena.
“La gioconda” es una ópera de fuertes tintes pasionales y dramáticos y está concebida en una directa aproximación a lo que es la “Grand Opera” francesa, dada su extensión, su espectacularidad visual y el infaltable ballet. Recuérdese que en el acto tercero de la obra está incluido el célebre pasaje coreográfico conocido como “Danza de las horas”.
Es conveniente aclarar que en su nombre esta ópera no guarda ninguna relación con la tan famosa obra pictórica “La gioconda” de Leonardo da Vinci. En italiano “Gioconda” es un adjetivo que significa “alegre” o risueña”.
De lo que se deduce que La Gioconda no es una ópera verista, que yo creía que sí.
He escuchado el aria que has posteado y otra que hay en Youtube, "Suizidio!", que parece ser el fragmento más emblemático de la obra. Los dos me han dejado un poco frío. Mejor; eso quiere decir que dentro de dos años me los tropezaré otra vez accidentalmente y me entusiasmarán.