Chiflágoras escribió:El ruacanrol mainstream la diñó en los 90
En ese matiz está la clave. La realidad es que hace años que no aparece un verdadero grupo de rock de los de llenar estadios y tener a los adolescentes desquiciados y comprando sus discos y merchandising. Restan unos cuantos grupos que pueden meter a 50 000 personas en un estadio, pero con carreras detrás de 20, 30 o 40 años, que van alargando lo que pueden con más o menos acierto. Yo de esto no me voy a quejar, no tengo nada en contra de los dinosaurios. Hay que ser muy amarguras y muy snob para renegar de un concierto de, por ejemplo, los Stones. Pero cuando éstos y los demás que mantienen el asunto mueran (cosa que considero absurda y que jamás va a ocurrir, pero juego a teorizar), qué. Lo que no sé es si el panorama se debe a que de verdad hay menos talento o es que este no puede explotar por las circunstancias. Las compañías ya no apoyan ninguna propuesta con un mínimo de autenticidad, y puede haber gente por ahí capaz de generar la histeria y que, sin embargo, jamás sacará un disco o tocará más allá del centro cultural de su pueblo. No sé. En cualquier caso, aunque el panorama mainstream esté así, yo considero que van saliendo todavía un montón de grupos cojonudos y que te reafirman en la Fe. Jamás saldrán en la tele ni podrán comprarse las toneladas de coca, los jets privados y los servicios de superputones de lujo que se merecen, pero los que hemos sido del ró de toda la vida somos muy fieles, por lo general, a la hora de gastarnos las perras en discos y al menos irán tirando. Y mientras cuatro tipos sean capaces de joderte la puta cabeza a base de berridos en una sala con doscientas personas y salgas en una nube, el ró no morirá. Ou yea.
Aunque, por otra parte, con declaraciones como las que le he leído a Bill Wyman, me estremezco: ... aún conservo todo mi pelo y mis dientes...
¡Aún conservo todos mis dientes! La frase es desoladora. Si algo así lo dijera, no sé, uno de los miembros de Four Horsemen tras un violento intercambio de impresiones con los parroquianos de algún bar del sur profundo, vale, sería esperanzadora. Pero en este contexto es como si algo, aquí dentro, se derrumbara.