tonetti escribió:Extraido asín dende luego que es una gilipollez, pero lo digo por esa absurda manía que tenemos los humanos de pasar al modo «mundos de yupi» cuando alguien palma para decir las gilipolleces más inauditas que se nos ocurren.
Me ha parecido entender en ese extracto que te parecía hipócrita que un puto yonki tocase en conciertos contra la droga. A mí, sin embargo, me parece bien cualquier iniciativa de ese tipo sin pararme a pensar si el que canta se va a chutar en cuanto baje del escenario. Entre otras cosas porque considero que un yonqui es un enfermo.
No, a mi me parece cojonudo que el antonio vega hiciese lo que le salía del pepino, lo que me parece absurdo, hipócrita e incluso perjudicial para la sociedad y para los toxicómanos es que se ponga a Antonio Vega como ejemplo de sinceridad y que aparezcan los mamarrachos de turno a intentar ocultar la realidad de la muerte de este señor que para más INRI hasta el mas tonto del país conoce sobradamente.
“Un libro permanece, está en su anaquel para que lo confrontemos y ratifiquemos o denunciemos sus afirmaciones. El diario pasa. Tienen una vida efímera. Pronto se transforma en mantel o en envoltorio, pero en el espíritu desprevenido del lector va dejando un sedimento cotidiano en que se asientan, forzosamente las opiniones. Las creencias que el diario difunde son irrebatibles, porque el testimonio desparece”
Raúl Scalabrini Ortiz, Política Británica en el Río de la Plata
Yo no he sío, no me miren. Por cierto que Gamoneda se puso diplomático y alguno casi se lo come:
Mientras el mundo dice adiós a Mario Benedetti y los uruguayos lloran su muerte, Antonio Gamoneda ha encendido la polémica diciendo calificándole de "un poeta menor". La respuesta de su editor no se ha hecho esperar: "por lo menos a Benedetti se le entendía", ha asegurado
Su editor de él o de Benedetti? Igual supongo que para conseguir los favores de las chicas haciéndose el poeta, mejor Benedetti que Borges, o que este muchacho que parece estar consiguiendo sus 15 minutos de fama escupiendo sobre un muerto.
“Un libro permanece, está en su anaquel para que lo confrontemos y ratifiquemos o denunciemos sus afirmaciones. El diario pasa. Tienen una vida efímera. Pronto se transforma en mantel o en envoltorio, pero en el espíritu desprevenido del lector va dejando un sedimento cotidiano en que se asientan, forzosamente las opiniones. Las creencias que el diario difunde son irrebatibles, porque el testimonio desparece”
Raúl Scalabrini Ortiz, Política Británica en el Río de la Plata