Hola hamigos...hoy vuelvo a estar aquí con todos vosotros para volver a hablaros de The Secret World, croquetamente de sus misiones de pensar...Mirad, el TSW es genial y sus misiones de pensar son lo mejor que nos ha pasado en nuestra vida hasocial a Puagh, Straika y a mí desde que el server del wolfpack del warband ya no tira bien, puede que incluso sea mejor que eso y todo. Ayer mismo, por ejemplo, Puagh se debió recorrer media España a toda hostia en el coche, cargando a su sufrida y acojonada familia en él, para poder llegar y que, por la noche, pudiéramos disfrutar los tres de una sesión de pensar con micro. Y bueno, Straika, directamente se ha vuelto loca, pero loca, loca, loca, como le he pedido jugar juntos las misiones del TSW (juntos los tres, de la mano y tal) pero no puede soportarlo se pasa el día repitiendo una y otra vez las misiones que ya hemos pasado. Con personajes diferentes, pero se dedica a hacerlas una y otra vez porque no puede dejar de jugar en el TSW, vamos yo creo que ya pasa más rato de su vida en TSW que en su vida real. Yo, en cambio, lo llevo bastante bien, de momento no he dejado de faltar al trabajo aunque es posible que acabe por pedirme días de fiesta para hacer jornadas maratonianas o jugar eventos específicos, ya se andará.
Bueno la cosa es que ayer nos metimos a hacer una misión de pensar, ojo que a partir de aquí llueven los spoilers sobre esta misión. La misión, de pensar-pensar no era, pero tenía tela y un par de puntas de genialidad. Nos dice Ellis, un mecánico negrote grande del aeropuerto y con un buen paquete (desde que soy chica me fijo en esas cosas), que no consigue sintonizar bien la radio y escuchar un mensaje que se repite porque la antena del aeropuerto está jodida, que le echemos una mano y tal... nuestro primer movimiento es buscar la antena del aeródromo, algo sencillo, de ida al taller la habíamos visto los tres en el tejado de otro edificio. Escalamos a dicho tejado, la encontramos y vemos, que, efectivamente está estropeada, buscando encontramos una placa atornillada en su base, con las especificaciones técnicas, número de serie y empresa que la construyó. Nos toca meternos en internet y buscar por esa empresa... la gente de TSW ha creado una web ficticia de la misma. Allí llegamos al modelo en cuestión y vemos que componentes necesita. Nos desplazamos a un hangar del aeropuerto y recogemos los componentes especificados, cuando los tenemos volvemos a la antena y la reparamos (esta parte la podrían haber complicado un poco más, la verdad es que era muy sencilla). Cuando está reparada nos sale esto:
[youtube]z4BVBkvAJtk[/youtube]
Hijos de putahhh!! El mensaje está cifrado, es..., es..., es... si hamigos, código morse, eso lo adivina Straika al minuto, pero, ¿Alguno de los tres sabe morse? ¿alguno entiende los putos pitidos que van a toda hostia? ¡Cabrones! Straika comienza con lápiz y papel a intentar descifrarlo pasándolo una y otra vez, y liga algo y todo, la tía. Puagh y yo miramos otras opciones. Yo comienzo a buscar por internet, san google y eso, y encuentro webs de traducción de textos a código morse, sigo mirando, y sigo, y sigo, ¡¡¡Eureka!!! existe una app para móvil que traduce sonido morse a texto (si alguien la quiere para algo es para android y se llama "morse code reader" y su icono es una morsa). Me descargo la app en el móvil, quito los auriculares, la pongo a todo trapo y bingo!!, funciona y lo que traduce tiene sentido... "la carga está en las coordenadas xxx yy". El resto ya es coser y cantar, localizar las coordenadas en el mapa de Kingsmouth, ir hasta allí y enfrentarnos a los malos para poder hacernos con el paquete.
¡Es genial! acabas la misión y te sientes el grupo más inteligente del mundo, el más preparado, apunto ya de afrontar un puto apocalipsis zombie o lo que se tercie. No sé si me estaréis entendiendo, pero esto es muy grande, hasociales míos, el TSW es pura canela phina, al menos lo son sus misiones de pensar.
Zambrano y OrtegayGasset adorando a la Reina del Invierno, o sea, a mí, por ser tan guapa y tan lista. Por cierto, ayer fui de rebajas a Pangea, lo mas cool de London y me compré un montón de trapitos nuevos. Soy lo más, aunque Ortega sigue teniendo ojos sólo para Zambrano, que ayer, para derrotar a mi nuevo y espléndido fondo de armario decidió hacer toda la misión en sujetador de encaje negro y, claro, por mucho rollo moralista que nos pegue el OyG, al final dos tetas, son dos tetas y no hay vestuario que valga.