Almogavers escribió:No hay razón para no andar un camino que está libre de obstáculos.
Ibarreche sólo necesita superar una prueba más: lograr una mayoría absoluta en la elecciones autonómicas vascas. Si esta condición se cumple el Plan se pondrá definitivamente en marcha. Así pues caben dos posibilidades:
A) No consigue una mayoría absoluta
El peor caso para los nacionalistas que aún así seguirían ganando el “premio de consolación” del Plan Guevara, puesto que el PSE está dispuesto a alcanzar un pacto de gobierno con el PNV en base a dicho plan. El órdago de Ibarreche, lejos de ser penalizado, todavía daría sus frutos. Hasta la próxima sorpresa.
B) Consigue la mayoría
B.1.- Convocará el referéndum y lo ganará ampliamente puesto que los “constitucionalistas” no pueden aceptar esa consulta y participar en ella. Quien crea que la celebración de ese referéndum se puede impedir que lea el punto B.3. Además, Ibarreche esta obligado a convocarlo después de tres años anunciándolo y de haber ganado las elecciones con ese programa, no hacerlo sería un suicidio político para él.
B.2.- Una vez “legitimado” el proyecto de Ibarreche a través del referéndum, el Gobierno de España podrá hacer dos cosas. O bien no lo reconoce, y entonces se inicia una escalada de desobediencia al estado por parte de las instituciones vascas que desemboque al cabo de un tiempo en una independencia de facto. O bien el Gobierno negocia la aceptación del Plan con algún tipo de maquillaje que le permita “venderlo” a la sociedad española.
B.3.- Si el Gobierno decide hacer frente a la rebelión nacionalista se verá con toda seguridad obligado a adoptar medidas duras. Puede amenazar con suspender la autonomía y procesar a los cargos públicos que desobedezcan la Ley; y cuando uno amenaza con algo debe estar dispuesto a cumplirlo. Para hacer frente a una crisis de este calibre un Gobierno necesita un apoyo amplio, que no quiere decir otra cosa que contar con el respaldo del segundo partido del país. Sólo un Gobierno que cuente con el apoyo de la gran mayoría de los españoles podría tomar esas medidas. Pero este compromiso entre el PSOE y el PP (que incluso debería implicar la participación del PP en el Gobierno) encuentra a día de hoy dos obstáculos mayores dejando al margen las refriegas continuas que se están produciendo:
- El Plan Guevara, una versión rebajada del de Ibarreche que aún así precisaría de reformas constitucionales. Quiere ser una “pista de aterrizaje” para el PNV en caso de que se decida a abandonar su actual proyecto, y es una invitación a formar un Gobierno vasco de coalición PSE-PNV tras las elecciones, dejando aislado al PP como único defensor del marco político actual. Es imposible una acuerdo serio entre el PSOE y el PP mientras el primero mantenga abierta esta posibilidad.
- El pacto con ERC, una formación abiertamente independentista y que apoya sin reservas el Plan de Ibarreche. No es creíble una postura de firmeza mientras se mantiene este tipo de entendimiento.
Por tanto es prácticamente imposible un Gobierno fuerte de concentración que se oponga a una eventual desobediencia generalizada por parte de los nacionalistas vascos, lo que le deja a éstos el camino despejado.
Conclusión: difícilmente el PNV encontrará un escenario más favorable para sus aspiraciones independentistas que el actual. Un Gobierno con mayoría relativa que depende del apoyo de ERC e IU y los dos principales partidos de España enfrentados a cara de perro sin posibilidad de actuación conjunta.
No veo por qué no han de continuar adelante hasta el final.
Que pena que este tipo no se pase por aqui mas a menudo.