No sé qué tiene de machista que comparta mis fantasías sexuales con vosotros. Mis fantasías sexuales son eso, fantasías, comprendo perfectamente que los objetos de mi fantasía en la vida real serían personas iguales que yo, con su cerebro, su voluntad y sus deseos propios, y por eso sé perfectamente que mi fantasía es eso, fantasía.
Cada persona individual puede librarse del sistema solo en determinada medida, y si ha sido la educación y la sociedad falócrata quien me ha metido en la cabeza deseos de sexo en grupo con mujeres mucho más jóvenes y guapas que yo poco puedo hacer para evitarlo: lo que me pone es lo que me pone.
Del mismo modo que a quien le pone ver mujeres atadas y dominadas, o escenas que simulen una violación, o escenas de hombre joven con MILF supuestamente emparentado en primer grado de consanguinidad con ella, o mujeres que sueñan con aplastar los testículos de un negro enorme con su zapato de tacón, me da igual. Son fantasías: sé distinguirlas de la realidad. Es como llamar machista a alguien por soñar un día con follarse a una empleada suya. No controlamos lo que nos pone: nos pone y ya está.
Hace poco leí sobre este tema a una feminista, que decía haberse sentido culpable durante años porque le ponía cachonda el porno tradicional, a pesar de que sabía que ahí había explotación de mujeres... hasta que llegó a parecidas conclusiones que yo, pero decidió dejar de consumir ese porno. Está bien si ella quiere dejar de consumirlo, pero por lo menos dejó de sentirse culpable por ponerse cachonda al ver a un señor de 35 años penetrando a una maciza de 21. Si me ponen cachondo las mujeres guapas de piel blanca, ¿qué puedo hacer yo para remediarlo, a un nivel de fantasía sexual? ¿Por qué va a ser eso machista?
Interesante debate.