Bueno, sigamos con las películas:
Primero un par que ya había visto hace tiempo más de una vez pero que he refrescado últimamente:
"La pequeña tienda de los horrores"
Imagino que casi todos la habeis visto y conocéis la historia: en 1960, el gran Roger Corman quería aprovechar unos decorados que iban a ser desmantelados en dos semanas, así que a toda prisa encargó un guión a uno de sus colaboradores que incluyese los elementos de que disponía el decorado. El guión fue escrito en una semana -durante la cual Corman reunió al equipo y varios actores, la mayoría desconocidos- y la película fue rodada con un presupuesto ínfimo durante dos días y una noche, récord absoluto en la historia del cine. de hecho, esta película es pa materialización de todas las características de la "serie B".
Y el resultado fue este pequeño gran clásico de la comedia terrorífica, en el que se mezclan con total naturalidad el humor más tontorrón con el humor macabro. Pese al tono casi "naive" que impera en la película, lo cierto es que destaca por algunos guiños humorísticos que se adelantan 10 o 20 años al humor de su época, (como el breve y sencillo, pero absolutamente genial diálogo inicial entre los dos policías).
Lo mejor de todo es la rica, delirante y fascinante galería de personajes principales y secundarios: el protagonista, Seymour Krelboyne, un dependiente totalmente subnormal que además de tonto del culo es increíblemente gafe. Su jefe, un carismático, teatral y pesetero florista judío. Su compañera de trabajo, que es tan absolutamente retrasada como él. Su madre, una alocada hipondríaca alcohólica que le prepara cochambrosas comidas a base de medicinas. Los estrambóticos clientes de la floristería: una pueblerina a quien todas las semanas se le muere algún familiar, un tipo que se alimenta flores y que ha visitado floristerías en medio mundo como quien visita restaurantes. Un par de policías increíblemente inexpresivos, increíblemente duros e increíblemente mongólicos. Un dentista sádico, rencoroso, cabrón y sin escrúpulos que disfruta torturando a los pacientes que le deben dinero. Un masoquista histérico que se corre de placer cuando le taladran muelas sin anestesia (protagonizado por un jovencísimo e hilarante Jack Nicholson: la única escena en que aparece, vista en V.O. es realmente memorable). Y, cómo no, la inquietante y diabólica planta, que es un personaje en sí mismo, y cuya frase emblemática ("feed me! feed me!") es uno de los hitos del cine de terror, de esos que aparacen en todos los libros.
En resumen, "La pequeña tienda de los horrores" es la película que se rodó en menos tiempo, una de las que tuvo un presupuesto más bajo, con actores desconocidos y a veces sencillamente
amateur (el propio guionista tuvo que hacer dos papeles en el film para completar el reparto), una historia y unos diálogos escritos a toda prisa.... y aún así, es una gran película: ingenua, colorida, entrañable y endiabladamente entretenida.
"Tora, tora, tora" (1970)
Una mastodóntica película sobre el ataque japonés a Pearl Harbor, que casi arruina al estudio y que en su momento fue un fracaso de taquilla (hay motivos para ello, aunque también hay motivos para que mucha gente hubiese ido a ver unas escenas que ni antes ni después se han vuelto a ver).
Desde un principio, el experimiento era peculiar: se trataba de rodar dos películas en una, donde se vería la visión de los americanos y la de los japoneses.
El director de la parte americana y coordinador entre ambas filmaciones sería Richard Fleischer, quien enseguida pensó en Akira Kurosawa -de quien era, como casi todos los directores americanos de entonces, un ferviente admirador- para dirigir la parte japonesa. Fleischer y Kurosawa se reunieron con los productores, pero Kurosawa, quien por entonces era ya considerado un Maestro en Japón y estaba acostumbrado a disfrutar de libertad artística, se negó a seguir las directrices de nadie para amoldar su estilo al proyecto y abandonó. Su puesto fue ocupado por otro notable director nipón, Kinuji Fukasaku.
La primera parte de la película -que no es mala en absoluto.... como documental, eso sí- casi parece pensada para espantar al público: no hay actores-estrella en la parte americana (hay grandísimos actores, como Joseph Cotten, pero que por entonces ya no eran exactamente taquilleros), la parte japonesa está hablada en japonés y subtitulada (lo que contribuyó a confundir más aún al público), el guión se atiene a los hechos históricos de un modo casi enciclopédico (hay que ser un hacha o un experto en la II Guerra Mundial para poder acordarse de todos los personajes y entender qué pintan ahí), el ritmo es más propio de un libro de historia que de una película... cosas estas que causan a mucha gente un efecto de total confusión y que no ayudaron al éxito del film, que sucumbió ante su rival del año (la magistral "Patton") que hasta le robó varios Oscars técnicos.
Pero si hay algo en "Tora, tora, tora" que no es que sea Grande, es que es lo Más Grande en toda la historia del cine, son las escenas bélicas. Realmente, para cualquier aficionado al cine que sea mínimamente crítico y observador, resulta difícil entender cómo se puede llegar, físicamente hablando, a rodar semejantes escenas sin haber perdido previamente el sentido común. Los bombardeos, las escenas aéreas, TODO está rodado con aviones de verdad... y el resultado es apabullante, impresionante, digno de Wagner en ácido.
Hay escenas de una espectacularidad irreal: el inmensamente bello despegue de los aviones japoneses al amanecer, los planos de las escuadras sobrevolando las islas, el plano (rodado desde el aire, y que, técnicamente, es grandioso hasta las lágrimas) en que un pequeño avión de una escuela de vuelo se ve de repente inmerso en pleno enjambre de cazas japoneses para asombro de la profesora de vuelo, quien pone cara de creer haber perdido la razón mientras los japoneses le miran con total indiferencia (escena, que por cierto, y aunque viéndola parece increíble por no decir totalmente surrealista e inverosímil, sucedió realmente durante el ataque a Pearl Harbor).
Y, cómo no, el bombardeo de Pearl Harbor, algo que los FXs informáticos de hoy en día sencillamente no pueden igualar, porque lo que vemos son aviones reales sobrevolando el puerto con vuelos rasantes mientras la cámara filma. Los planos que captan la coreografía del ataque aéreo rallan en el paroxismo técnico: en pantalla grande, debe ser lo más parecido que hay a vivir en directo un ataque japonés. Vemos un avión aterrizar con una sola rueda, vemos aviones chocando, hélices rodando por el pavimento, cazas rozando el techo de las instalaciones y volando directamente sobre las cabezas de los actores, pasando antes las ventanas... una auténtica locura. Cuesta creer que el rodaje de tales escenas fuese -relativamente- rápido y que no se produjeran más percances de los que ya hubo (creo recordar que hubo un par de muertos durante la filmación). En ese sentido, "Tora tora tora" es a los efectos especiales algo similar a lo que fue la carrera de cuádrigas de "Ben-hur": a duras penas podemos hablar de "efectos especiales", ya que todo lo que pasa ante las cámaras es real (de hecho, en "Ben-Hur"
se puede ver morir a uno de los especialistas durante la carrera, ya que el psicópata - y genio absoluto, eso sí- de William Wyler no quiso retirar la escena por respeto al fallecido, ya que el resultado era espectacular y lo incluyó en el film para regocijo de los aficionados a las
snuff movies: mirando con atención, se observa cómo el pobre tipo, que ha caído a tierra, se levanta y se queda petrificado medio segundo antes de que una cuádriga se lo lleve al otro barrio... realmente escalofriante, ¡y en una superproducción de Hollywood! ¡del año 59!)
Pero bueno, la inmensa grandeza de estas escenas no compensó lo extraño y amuermante de la parte "documental", y el público dió de lado al film frente a "Patton", que, como película en sí, era mejor(exceptuando, insisto, las escenas bélicas).
Tras el fracaso, y para rentabilizar el coste de semejante locura, el estudio cedió escenas aéreas del film para que fuesen reutilizadas en "La batalla de Midway", algo que encolerizó a Richard Fleischer, para quien precisamente esas escenas eran lo que hacían de "Tora, tora, tora" algo único y especial. Fleischer ha seguido cagándose en los muertos, (con discreción, pero cagándose en los muertos) de quienes tomaron esa decisión, durante el resto de su vida.
En resumen, "Tora tora tora" puede matar de asco al público palomitero o a quien sencillamente no sienta interés por la II Guerra Mundial o por el cine bélico (lo cual es muy respetable). Pero, para quienes disfruten viendo escenas bélicas y aéreas, o sencillamente le gusten unos efectos especiales que van más allá de los efectos especiales propiamente dichos, esta película es un verdadero orgasmo. A mí, lo reconozco, es que se me saltan las lágrimas contemplando tan magna salvajada.
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Y alguna película que no había visto:
"K-Pax"
Jeff Bridges y Kevin Spacey son, respectivamente, un psiquiatra y un indocumentado encerrado en un manicomio que afirma haber venido de otro planeta. La historia original es interesante*, pero la película es fallida por todas partes. No está mal hecha, y obviamente los dos protagonistas son buenos actores (de hecho, Bridges es uno de los mejores que hay hoy en día), pero no cuaja. Bastante tostón.
*el dato oscuro de la película (y de la novela en que está basada) es que existe un litigio por plagio: ambas son posteriores a la película de 1986 "Hombre mirando a sudeste" del director argentino Eliseo Subiela. Yo aún no he visto la películoa de Subiela, pero por lo que me han dicho el argumento es exactamente el mismo. Un simple vistazo a la sinopsis de ambas en la red es más que suficiente para que el plagio resulte evidente.
De todos modos, no hace falta mucho para que la película de Subiela sea bastante mejor que esta... y lo digo sin haberla visto.
"El puente de San Luis Rey"
Coproducción (y muy a propósito lo de "copro") enter España, Francia y la Pérfida Albión, sobre los escritos de Fray Junípero Serra (que ya han conodido versiones cinematográficas anteriores).
No sé en qué demonios estaban pensando cuando rodaron esta película, pero la verdad es que no tiene ni pies ni cabeza. Malísima. Un reparto con actores bastante conocidos (Robert de Niro, F. Murray Abraham, Kathy Bates, Gabriel Byrne) a los que se les ve bastante desorientados en mitad del desastre. Por lo menos la Pilar López de Ayala sale bastante guapa en alguna escena, cuando no está pintarrajeada como una mona.
De Niro, directamente, ya hace
cualquier cosa por pasta. Le da todo igual. Y yo que hace tiempo pensaba que Pacino había degenerado más... pero no. Robertito le ha ganado por goleada en los últimos años.
El único detalle positivo es la ambientación (está rodada en España "on location"), ya que la aristocracia criolla y la corte española no aparecen como extraños seres de piel olivácea que viven en pasillos oscuros repletos de telarañas y vestidos con túnicas roídas, sino con ropajes y ambientes más realistas.... pero bueno, es que es una copro-ducción nacional.
Pero es que la película es una mierda. Muy grande.
"¿Me estás hablando a mí?"
En serio. de Niro hace cualquier cosa. Tú dale el dinero, pídeselo, y él lo hará. ¿Una biografía de Arévalo? ¿un musical con canguros? ¡lo que sea! no importa... ¡¡puedes tener a De Niro en tu película! Comienza a ahorrar YA!