A mis brazos, negraco!
El final de la segunda da muchas ganar de MOAR!!

Espero, eso sí, que la terminen en la tercera temporada, porque si no la cosa va a ser estirada cual chicle, y el argumento no da para mucho más.
Ralph Machio es un actor malísimo, las peleas son cutrongas en general, los protagonistas son estereotipos puros y duros, y el presupuesto, sin ser paupérrimo, sí que es humilde.
PERO: el protagonista rezuma bastante hamor. Los guiones son simpáticos, ágiles, positivamente adolescentes, no se meten en berenjenales gratuitos ni giros locos absurdos e ilógicos, los capitulos duran 20 y pico minutos, la nostalgia no empacha en ningún momento, y de hecho en ciertos aspectos me parece una serie bastante apegada a la actualidad, y la serie constantemente lucha por huir del maniqueismo y se instala con notable seguridad en la escala de grises.
Mi nota:
Placer culpable perfectamente defendible.
Un 6,5. Ideal para ver entre cosas sesudas, como ya dije.